El exsaxofonista de Los Ajenos Andrés “Fofo” Madrigal pasó de tocar en los grandes escenarios de Centroamérica o México a tocar por las calles de Europa para ganarse alguito para sobrevivir.
El pasado 27 de mayo, Fofo se fue junto con su esposa Beleny Chaves y un amigo en común a mochilear y de paso a mostrarle a los europeos su talento como saxofonista y cantante.
Actualmente se encuentran en Zagreb, capital de Croacia, y desde allá nos contó cómo le ha ido en esta travesía.
El músico de 34 años, que ahora se presenta como solista, es conocido como Madrigal, y volverá al país hasta diciembre.
- ¿Por qué decidió irse a mochilear y a trabajar de esa manera?
Junto con mi esposa, desde hace como cuatro o cinco años, veníamos proyectando un viaje en pareja tipo un año sabático. La verdad es que han sido muchos años de mucho trabajo sin descanso, lo proyectamos para antes de pandemia, pero no se pudo. Además, yo necesitaba cerrar el ciclo con Los Ajenos antes de tomar este tipo de decisiones.
La idea era ir en pareja pero eventualmente cambió cuando conocimos a Martín, que es un cantautor costarricense y que él ya ha tenido varios viajes así como este, que básicamente lo que estamos haciendo es financiando nuestro viaje tocando en bares, restaurantes y en la calle.
- ¿Si les ha alcanzando el dinero?
Llevábamos un ahorro, pero la gente ha sido demasiado receptiva con el show en la calle. ¡Muchísimo!
Eso me ha dado una felicidad de decir: ‘¡mirá, cómo les gusta lo que hacemos acá!’ ‘¡Cómo valoran lo que hacemos!’ ‘¡Cómo se ve de diferente lo que es tocar en la calle en un continente como es Europa!’
- ¿Y en qué lugares han tocado?
Ya hemos tocado en la calle en París, al sur de Francia en Figeac, en Montpellier, y eso también nos abre puertas porque nos han salido eventos en bares y restaurantes que se van moviendo por diferentes ramas y, nos vinimos para Croacia porque parte del viaje es entender cómo funciona la parte migratoria. Entre los países dentro de la Unión Europea tienen un acuerdo de libre circulación, entonces, entre España, Francia, Alemania, Italia, no hay migración, no te revisan. Nosotros entramos por España y no podemos quedarnos más de 90 días seguidos, pero podemos estar 40 días y salir un mes a Croacia, que está fuera del Schengen, por eso lo estamos haciendo, para ahorrar días.
- ¿Cómo hizo su esposa, también renunció al trabajo para poder viajar con usted?
Bel se acaba de incorporar al Colegio de Profesionales en Psicología, casi un mes antes de venirnos, entonces, eso le ha permitido dar terapia, talleres o teleconsulta conectada por Zoom, y eso lo puede hacer desde cualquier parte del mundo.
- ¿Qué fue lo que se llevaron en las maletas para tantos días?
Nos vinimos con una maleta cada uno y en Madrid (España) compramos Martín y yo los parlantes para poder tocar en la calle, el stand. De hecho, vendí mis saxofones en Costa Rica y en París recogí mi nuevo saxofón.
Obviamente, echamos una salsa Lizano, un par de bolsas de café y poca ropa.
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- ¿Y cómo se están desplazando por las ciudades para ahorrar dinero?
En Francia tuvimos la oportunidad de comprarnos un carro, porque hicimos el cálculo de que nos salía mejor económicamente ir en carro que pagar los trenes, como somos tres por transporte habíamos gastado sólo el primer mes más de 1300 euros (unos 900 mil colones) y encontramos un carro de muy buen precio, le pagamos seguro, hicimos el trámite y andamos con un carro francés a nombre de nosotros aquí en Croacia.
Ha sido una experiencia bonita y sorpresivamente diferente”,
— Madrigal
- ¿Cómo han hecho con el idioma y para saber todo eso?
En todo lado conocemos gente lindísima y eso nos ha dado mucha ayuda. Tenemos una amiga, es francesa que tenía un bar en San Ramón y ahí la conoció Martín, mi amigo, y ella nos dijo que la visitáramos y se portó increíble, nos ayudó a comprar el carro, a traducir, a hospedarnos en su casa y ahí vamos donde ella en unos 15 días porque tenemos una boda en Alemania en setiembre, una boda en Italia en octubre...
Gracias a este viaje también empecé a trabajar como mánager de un artista catalán que se llama Víctor Mirallas, que es súpercompositor, productor y fue saxofonista de Alejandro Sanz por más de cinco años, y ahora tiene su propio proyecto y está firmado por Warner Music.
- ¿En cuáles países o ciudades han estado?
En Madrid, Barcelona, París, Figeac y luego bajamos a la costa francesa en Montpellier, después en carro hicimos Montpellier, cruzamos toda Italia, nos quedamos dos noches en Venecia, después cruzamos Eslovenia y bajamos hasta Croacia, que es donde estamos ahora.
El 22 o 24 de este mes nos movemos, nos quedamos cerca de Milán y luego volvemos a Montpellier donde tenemos dos shows; el 27 con este artista catalán tengo show en Barcelona y el 28 nos vemos con varios de la comunidad tica de Barcelona para celebrar el cumple de mi esposa. Después de ahí agarramos el carro y nos vamos a tocar el 31 y 1 en Alemania, el 3 tenemos una boda cerca de Frankfurt, gracias a Dios nos ha sobrado trabajito.
- ¿Y salen a cualquier parte de la calle a tocar?
Hay lugares donde uno sabe que llega gente, algo particular es que hay que cuidar que no llegue la policía porque es ilegal; sin embargo, la policía se porta muy bien porque a la gente le gusta demasiado lo que hacemos, hay días que la policía está y lo que nos dicen es ‘¿pueden parar?’, ‘esta es la última’, es delicado en ese sentido pero hemos podido navegar y también hemos logrado tocar en lugares fijos.
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- ¿Les dan buenas propinas?
Primera vez en mi vida que toco en la calle y en Costa Rica la propina no es muy regular, como siempre he estado contratado para dar show, pero acá es muy normal y cómo aprecian lo que uno está haciendo es muy interesante. La moneda de Croacia se llaman kunas y 7.1 kunas es un euro (689 colones) y lo que tienen son monedas de 1, 2, 5 y billetes de 10 y de 20 kunas y un billete de 20 kunas es como 3 euros y la mayoría de gente da billetes de 10 y 20 kunas. Hemos llegado a tener 80 personas alrededor de nosotros en un show de media hora, pero acá en Croacia es muy, muy barato. Somos tres pagando un apartamento y los gastos se dividen entre tres.
Tenemos una señora que nos va a ver tocar todos los días con el hijo y nos alerta cuando hay policías”,
— Andrés Madrigal, músico