El nombre de la maquillista Alejandra Grillo se ha vuelto más que frecuente en redes sociales.
En los últimos días, Ale compartió varias imágenes del soñado té de canastilla que le hicieron a su bebito, que viene de camino, y desde hace días es tendencia en Twitter.
Su vida casi soñada, al lado de su esposo Jason Rojas, con quien recientemente cumplió un año de casados, así como los consejos en maquillaje y estilo de vida, la han convertido, a sus 24 años, en una referencia para los más de 65 mil seguidores que tiene en Instagram.
En una entrevista que dio con la revista Perfil, hace un tiempo, Alejandra Grillo contó su secreto para el éxito a tan corta edad.
“Todo en la vida es una combinación de suerte, aprovechar oportunidades y el esfuerzo para hacer un buen trabajo”, señaló.
Inició maquillando a su abuelita, cuando apenas tenía 14 años y eso la impulsó a darse cuenta que lo suyo eran los colores, las brochas, la magia y la creatividad.
“Con 17 años, comenzó a trabajar en distintos lugares y a llevar cursos variados. Igualmente, a pesar de probar diferentes cosas, su inclinación hacia el maquillaje siempre la influenciaba. Por eso, en el 2017 decidió abrir un perfil de Instagram para compartir con el mundo sus creativos looks de maquillaje”.
“De esta manera la encontraron sus primeras clientas, a quienes maquilló para bailes de graduación del colegio. Sin embargo, no podía entregarse completamente a este pasatiempo, ya que igualmente tenía que trabajar”, relata la publicación.
En el 2018, renunció a su trabajo en un call center para dedicarse tiempo completo al maquillaje. Después de mucho empeño, en el 2019 consiguió abrir su estudio para clases de automaquillaje y maquillaje para eventos.
Su forma de ser, antural y afable, sus posts naturales y su talento como maquillista la hacen la favorita de muchos, quienes la siguen en redes. Ahora, con su embarazo y la forma en la que lo ha vivido, llena de ilusión, la han convertido en tendencia y de hecho en redes muchos dicen que “Ale no es buena influencia para el control de la natalidad”, refiriéndose a que ha despertado en muchos las ganas de ser padres de familia.