Dicen que la tercera es la vencida y dicho refrán aplica muy bien Albin Fernández, quien intentó por tercera ocasión entrar a Nace una estrella (NUE) y al fin lo consiguió en esta sétima temporada.

Este joven, de 37 años, formará parte del equipo de adultos que luchará por ganar el programa de Teletica que inicia este domingo 6 de abril, a las 7 p.m.

Su historia es la de un verdadero luchador, pues todos los días se levanta bien temprano para ir al Mercado Municipal de Artesanías, frente al parque de Las Garantías Sociales, en San José, donde es empleado en uno de los puestitos.

Allí vende desde artículos de madera, en resina, joyería y camisetas muy ticas que son de la marca de su jefa.

Albin, a quien de apodo le dicen “Ardilla”, tiene más de seis años breteando en ese chinamito donde no solo tiene fama de buen vendedor, sino que también se le conoce por su amor a la música, en especial al rock y el metal.

Su mayor sueño, además de llegar a tener algún día su casita propia, es pegarla en la música, por eso no desistió en su deseo de entrar al formato de canal 7 porque guardaba la esperanza de que algún día se le diera la oportunidad.

“En el segundo intento me sentí un poco triste y pensé en tirar la toalla, pero yo dije: ‘no, no se puede tirar la toalla’. ‘Hay que hacerlo, hay que lograrlo’. Los sueños siempre están de primero y cantar y la música siempre ha sido mi sueño, así que por más desmotivado que se sienta uno, uno tiene que cumplir sus sueños, levantarse, como dicen, y volverlo a intentar”, mencionó el vecino de Pavas.

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Desde niño siempre mostró sus dotes de artista tras ganar a los 8 años en la escuela su primer concurso de canto; sin embargo, no fue hasta cuando cumplió los 17 que le puso más pasión a este arte tras poder comprarse su primera guitarra.

Aunque creció escuchando música romántica o baladas en español, poco a poco se fue enamorando del rock al punto de formar su propia banda.

“Laberinto de reyes” es el grupo que tiene junto a cuatro compas más desde el 2011 y con los que ya logró grabar un primer disco “Corona, rosas y espinas” en el 2023.

“Para mí, Laberinto de reyes representa a las personas que nos consideramos o somos reyes por el placer de tener en libre albedrío, el poder de elegir, pero vivimos encerrados en nuestro propio laberinto que son nuestras inseguridades, muchas veces inconformidades, y tenemos que cruzar un laberinto hasta poder llegar a esa salida que realmente nos enseña el valor que tenemos como seres humanos”, explicó sobre el nombre de la banda.

Un showman en el escenario

Aunque lo suyo y lo que le mueve la sangre es cantar rock en el programa, también quiere demostrar su versatilidad y lo ‘showman’ que puede ser.

Uno de los artistas que admira mucho es a José José, por eso, esta vez que fue llamado a la segunda audición, no solo presentó un pedazo de su canción original “Tiempo”, que es una balada, sino otra del “Príncipe de la canción”.

“Esta vez dije: ‘bueno, necesito ahora cautivar a los jueces’. Me encantaría poder cautivarlos, cantar algo que a ellos definitivamente llamara su atención y yo pues, honestamente, como les comenté, me encanta interpretar música de José José y decidí interpretar ‘Amor, Amor’ de José José. Eso sí, yo fui el último de todos los que audicionaron, era el número 103″, contó al recordar su última audición.

La semana pasada ya inició con los ensayos para lo que será la primera gala y una de las cosas que más lo tiene emocionado es que puede conocer a Luis Montalbert, quien es ahora su profesor de canto.

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Según recordó, desde jovencillo iba al Transitarte a ver a Gandhi y a admirar la fuerza de Montalbert en el escenario, y veía como un sueño imposible conocerlo algún día.

“En mi visión rockera, yo siempre quería ser un showman. Me gusta cantar, pero me gusta entretener a la gente también. Por ejemplo, un Freddie Mercury también es una de mis grandes inspiraciones”, dijo.

Viviendo su sueño

Albin está más que convencido de que está viviendo un sueño con los ojos abiertos, porque desde siempre deseo entrar al programa y este lunes se levantó cargado de nervios al saber que ya falta poco para mostrarle su gran talento a toda Costa Rica.

“Para mí es algo mágico. Es algo magistral. O sea, no tengo palabras para describir la felicidad que mi corazón en este momento siente”, mencionó muy emocionado.

A una que le está eternamente agradecido por el apoyo de siempre es a su jefa en el puestito del mercado artesanal, pues no solo ahora le está dando permiso para que vaya a ensayar para el programa, sino también cuando tiene algún chivo con su grupo lo deja asistir.

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También está muy agradecido con su comunidad de “Laberinto de reyes”, quienes lo siguen impulsando a seguir cantando con sus aplausos, aunque muchas veces le dijeran que la música y menos el rock le dejarían algo.

“Yo soy el vivo ejemplo de que los sueños se cumplen, eso sí, hay que trabajar duro, pero ojalá que la gente me pueda tomar como una buena referencia para luchar por sus sueños, para que no sea rindan y que se levanten un día, como dice la canción de Laberinto, buscando el sol”, concluyó.