El doctor Chapatín hizo de las suyas en el Carnaval de San José 2023 y no le dio cosa alegrar a grandes y a chicos.
Este famoso personaje de Roberto Gómez Bolaños fue personificado por un ecuatoriano, quien dice sentirse más tico que el gallo pinto y ser un fiel seguidor del comediante mexicano.
Se trata de José Báscones, quien en el ambiente de los payasos es conocido como Arroz cantonés, el cual quiso rendirle un homenaje a Chespirito por los nueve años de su fallecimiento.
Él lleva cuatro años de ser payaso, pero es la primera vez que desfilaba con este nuevo traje del olvidadizo doctor con su grupo de compañeros de zapatos grandes y narices rojas.
“Los niños casi no le paran bola a uno, pero la gente adulta sí porque recuerdan su época de infancia cuando uno lo veía y las ocurrencias que tenía el doctor Chapatín. Este calor es lo que me da cosa, pero es bonito venir y compartir con todos ustedes”, dijo.
Lo que menos le costó conseguir fue la bolsa de papel que no se le podía olvidar cargar aunque al final también iba alegrando a los presentes con un güiro.
Don José tiene siete años de vivir en Costa Rica, pues se enamoró de una tica en su país que se lo terminó trayendo y está tan familiarizado con Tiquicia que, según contó, se fue para “una american chuicas” a conseguir la gabardina café para su traje.
“Este abrigo es de american chuicas, lo conseguí para los fríos de diciembre, el estetoscopio es porque yo también soy payaso de hospital. Pertenezco a un grupo de payasos que visitamos el hospital México, en el área de oncología, una vez al mes y nos gusta ir a compartir con los pacientes, con los familiares y enfermeros”, mencionó.
Carro de madera real
Pero no solo bandas, comparsas y bailarinas hubo en el carnaval, pues también desfilaron varios carros y autobuses antiguos.
Uno que llamó mucho la atención de los asistentes al centro de San José fue el que manejaba Melvin Cerdas Masís, vecino de Sarapiquí, y no es para menos, pues toda su carrocería es de madera.
Según contó, tardó año y medio en construirlo y lo finalizó hace tan solo unos meses.
“Está basado en los carros antiguos, que tienen una línea especial, entonces se me ocurrió que podía ser un bonito juguete. Es la primera vez que lo traigo a este carnaval porque lo terminé hace como seis meses”, contó.
El chuzo tiene el motor de un carro confeccionado en 1984, pero todo lo demás lo fabricó o remodeló él para que se viera como de los años 20′s.
“Este es casi como un sueño de niño, como una ilusión de todo niño cuando jugaba con carros de madera tener uno de verdad”, agregó don Melvin.