“Hace un par de años salí de una relación complicada, sufrí mucho maltrato y estoy empezando con una nueva persona, pero yo ahora no aguanto nada. Él dice que estoy a la defensiva y cuando analizó las cosas, él tiene razón y la verdad no me va mal con este muchacho”.
1. ¡Cuidado! No alcanza con dejar una mala relación atrás, no es suficiente salir. Este es el primer paso, el segundo es trabajar en sanar. Todo lo que le haya pasado en esa relación para luego asumir nuevos proyectos afectivos desde el aprendizaje y no desde el miedo. Hay personas que han salido de relaciones muy complicadas y esto con frecuencia los lleva a entrar en una nueva relación, con posiciones defensivas, ofensivas, porque apenas huelen algo que les suena mal, no aguantan nada.
2. Usted está en una nueva realidad, pero si sigue viviendo desde el pasado las cosas se pueden complicar. Hay que sanar y para ello hay que revisar ¿qué le afecta?, ¿por qué le afecta?, ¿cuáles son sus temas detonantes? Una vez que esto se identifica el reto es replantear su forma de pensar, reaccionar y proceder para crear relaciones estables y de no lograrlo desde la autorregulación, se debe buscar ayuda.
3. Si se identifica con esta situación es importante que se dé la oportunidad de entender ¿qué está pasando con usted?, ¿por qué seguir reaccionando de esta manera?, ¿por qué carga la relación de todo aquello de lo que estaba harta?
4. El reto es crear nuevas experiencias, formas de ver el amor y de abrazar la vida. Ante una nueva relación, lo que se debe sacar del pasado son las experiencias positivas, lo que se aprendió, lo que se construyó para bien, lo que lo hizo crecer. Pero si después de esa relación se transforma en alguien tan complicado, el reto es suyo, le corresponde hacer un alto, no necesariamente salirse de la nueva relación, pero sí trabajar en su interior, le corresponde crecer y hacer todo lo que esté a su alcance para reacomodar todo lo que le abruma.