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Cuando Justin Bieber se dio a conocer daba la impresión que teníamos en frente a una de esas figuras que podría convertirse en leyenda ya sea por lo que hicieran encima del escenario o por sus escándalos.
Para su mala fortuna, el artista canadiense escogió la segunda opción y si bien se mantiene como uno de los artistas más seguidos y queridos del público joven, las drogas, la depresión y la adicción al sexo poco a poco carcomen su vida.
Bieber cumplió el 1° de marzo 25 años y ya tiene una fortuna de más de 200 millones de dólares. Se casó el pasado septiembre con Hailey Baldwin y, aunque parecía que la vida le sonría, la estrella canadiense está sumida en una depresión, según informa Infobae.
“He estado luchando mucho. Sintiéndome desconectado y raro. Siempre me recupero, así que no estoy preocupado. Solo quería acercarme y pedirles que recen por mí. Dios es fiel y sus oraciones realmente funcionan, gracias…la temporada más humana en la que he estado enfrentando mis cosas”, publicó la semana pasada en Instagram.
Atrás quedó la época de inocencia del adolescente con su característico flequillo que cantaba “Baby”. Ahora Bieber luce un cabello medio largo, desarreglado. Los tatuajes cubren su cuerpo y al parecer ha estado una temporada viendo a un terapeuta para que lo ayude a lidiar con su ansiedad, la depresión y la incertidumbre por el futuro.
Los problemas no son nuevos para el cantante, quien sostuvo durante varios años una complicada relación de idas y vueltas con Selena Gomez, hasta que -tras su última ruptura- decidió casarse con la modelo Hailey Baldwin, a quien definió como el amor de su vida.
La lista de broncas, colerones y metidas de pata parece interminable.
En abril de 2013 indignó al asegurar que Ana Frank, la famosa niña que murió en un campo de concentración nazi, habría sido una “belieber”, como se hacen llamar sus seguidoras. Ese mismo año, el intérprete fue captado mientras orinaba en una cubeta e insultaba a Bill Clinton, además enfrentó un escándalo en Argentina porque un guardaespaldas suyo agredió a un fotógrafo y le robó su equipo a las afueras de un bar. En 2016 se llegó a un acuerdo judicial para que Justin pudiera volver a pisar el país.
El cantante fue arrestado en enero de 2014 por conducir a más de 120 kilómetros por hora en Miami, bajo el consumo de alcohol, fármacos y marihuana. También arrojó huevos contra la casa de un vecino en California, quien lo acusó formalmente por vandalismo.
Años después, en 2016, Bieber volvió a decepcionar a sus simpatizantes cuando dio un puñetazo a un fan en Barcelona, al que le dejó heridas en el labio.
El éxito en su vida profesional siempre ha ido acompañado de problemas en el ámbito privado.
Él mismo habló de su adicción a las drogas y al sexo en una reciente entrevista para Vanity Fair, en la que posó junto a su esposa Hailey.
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“Me encontré haciendo cosas de las que estaba muy avergonzado, soy superpromiscuo y creo que usé drogas porque estaba muy avergonzado. Mi mamá siempre me dijo que tratara a las mujeres con respeto. Eso siempre estaba en mi mente mientras lo hacía, así que no podía disfrutarlo”.
Luego decidió pasar un año sin sexo y conoció entonces a Baldwin.
“Quería volver a dedicarme a Dios en esa manera porque realmente sentía que era mejor para la condición de mi alma y creo que Dios me bendijo con Hailey como resultado. Hay ventajas, recibes recompensas por una buena conducta”.
