El actor venezolano Vicente Tepedino cumplirá en junio trece años de vivir en Costa Rica y aunque se siente a gusto con su esposa y sus hijos de un país pacífico y tranquilo, no hay día en que su corazón no sufra.
No se debe a que la esté pasando mal aquí. Vicente está muy agradecido con la oportunidad que le están dando de formar parte del programa La Gozadera, que Multimedios estrenará el 11 de marzo.
Lo que pasa es que como buen venezolano no hay día en que no piense en sus paisanos o en su familia, que siguen en el país sudamericano, que vive una terrible crisis.
Vicente fue uno de los famosos galanes de telenovela en Venezuela, allá le iba bien, pero dos amenazas de muerte por hablar mal del gobierno de Hugo Chávez lo hicieron instalarse en Costa Rica en el 2006.
Conversamos largo y tendido con el actor y presentador quien, sin pelos en la lengua, nos dice que está de acuerdo con una intervención militar para sacar del poder a Nicolás Maduro. No ve otra salida.
“Diplomáticamente no se puede hablar con terroristas, narcotraficantes y corruptos”, afirma.
–Vicente, ¿por qué vino a parar a Costa Rica?
– Esa pregunta no tiene para mí ninguna respuesta. Vine en el 2006 a visitar a un amigo venezolano que ya tenía tres años viviendo acá, él también emigró por la situación que se venía pintando. Manteníamos relación a través de las redes sociales, nos mandábamos correos y él me hablaba maravillas de Costa Rica, siempre me decía que era un país tranquilo y superseguro.
Yo estaba terminando de hacer una telenovela y una obra de teatro y finalizando ambos trabajos, a la semana mi esposa me regaló un boleto a Costa Rica y me dice: ‘vete quince días a visitar a tu amigo Alberto’. Yo ya me había metido en la parte política en Venezuela y había recibido dos amenazas de muerte por haber hablado no mal del gobierno, sino por haber dicho con lo que yo no estaba de acuerdo con el gobiernos del difunto (Hugo Chávez). Di varias opiniones en un programa de noticias, del canal que se cerró, RCTV, donde hice gran parte de mi carrera. Di las declaraciones y me agarraron saliendo del canal los del círculo bolivariano (una organización a favor del gobierno) y me amenazaron de muerte. Me dicen: ‘te metiste con el comandante, eres hombre muerto’.
– ¿La amenaza quedó ahí o le hicieron algo?
– Esa amenaza quedó ese día hasta ahí porque yo estaba saliendo del canal, había mucha gente en la calle e imagino que por eso no me hicieron nada. Pero a los pocos días voy a una farmacia a comprar un remedio para uno de mis hijos (tiene dos) y me agarra un grupo en la puerta de la farmacia y me dice de nuevo: ‘te metiste con el comandante, eres hombre muerto’.
Ahí prendí las alarmas y me dije: ‘dos amenazas de muerte, con dos grupos totalmente distintos quiere decir que ya se ha corrido la voz de que me tienen que hacer algo’. Entonces mejor antes de que eso llegue me dije: ‘mejor voy jalando’, como dicen aquí. En el 2006 me vine a pasar quince días y no volví (a Venezuela).
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–¿Qué lo hizo quedarse aparte de las amenazas?
Vi lo lindo de este país, lo sano, lo tranquilo. Las maravillas de paisajes que tienen, fui a las playas y dije: ‘no, yo no regreso’.
Además mi esposa y yo ya teníamos hablado el emigrar, lo que no teníamos era el destino. Cuando me vine para acá hablamos por teléfono y me preguntó qué tal Costa Rica y le dije que era supertranquilo y ella me preguntó ‘¿hay trabajo?’. Le dije que creía que sí porque había canales de televisión, lo que pasaba era que yo no había hecho un estudio de mercado y después me di cuenta de que no había trabajo, pero ya habíamos tomado la decisión de quedarnos. Le firmé un poder para que vendiera mis carros, los apartamentos y ella se vino tres meses después.
–¿Le costó tomar la decisión de abandonar su país?
– Cuando tu empiezas a tener la situación que teníamos en Venezuela, que empiezas a ver que tienes menos libertades, más inseguridad, es decir, empiezas a ver que no es un país normal, que tiene muchas carencias, un país que se está descomponiendo...
En el año que me vine mataron a los tres hermanos Faddoul, niños de una misma familia, y al chofer que los llevaba. Los mataron para pedirle dinero al padre, ese dinero lo piden para seguir manteniendo las bandas delictivas; en fin, esa fue como la gota que derramó el vaso, mi esposa me dijo: ‘este país perdió los valores, vámonos’.
(Los hermanos Faddoul eran Jason, Kevin (padecía parálisis cerebral) y John Bryan, de 12, 13 y 17 años. Ellos fueron secuestrados el 23 de febrero de 2006 cuando su chofer Miguel Rivas los llevaba al colegio. Los secuestradores pedían $4,5 millones de rescate, pero la operación fracasó. El 4 de abril todos aparecieron asesinados. Este fue uno de los ejemplos más duros de la inseguridad que reinaba ya en Venezuela).
–¿Eso significó que dejara de hacer telenovelas en su país?
– Como a los diez meses me llamó Venevisión Internacional, iban a hacer una telenovela en Panamá, que si estaba interesado y obviamente dije que sí. Cuando eso yo trabajaba como gerente de relaciones públicas del hotel Intercontinental, renuncié y me fui a Panamá a hacer “Pobre millonaria”, se grabó con gente de Perú, la mayoría del elenco era venezolano.
Ahí estuvimos un año trabajando y regresé a Costa Rica con mi familia, como a los dos meses me llamó de nuevo Venevisión Internacional para ir a Colombia a grabar otra novela. Cuando vuelvo me llaman de Venezuela, de RCTV, que ya estaba cerrado porque Chávez la cerró en el 2007; sin embargo, ellos seguían produciendo y lo pasaban por cable. Fue cuando hice “Calle luna, calle sol", en Venezuela, y esa fue la última novela que hizo Mónica Spear que dicho, sea de paso, me dolió mucho cuando me enteré del asesinato de ella (en enero de 2014).
–¿Qué tal fue regresar a tu país después de tanto tiempo fuera?
– Fue un choque. Salí en el 2006 y cuando fui a hacer la telenovela en el 2009 era un país ya triste, sucio, la capital Caracas totalmente abandonada, como gris, me impactó mucho. Finalmente me acostumbré porque pasé una temporada haciendo la telenovela. La última vez que fui fue hace como tres años, fuimos a sacarles la cédula a mis hijos y fuimos el 31 de diciembre y ya el 2 de enero me vine.
–¿Se sintió inseguro?
– Totalmente, cuanto tu vives en Venezuela te adaptas al ritmo de vida de allá, sabes cómo movilizarte, andas todo el tiempo alerta. Yo vivo en Costa Rica y ya el pura vida me atrapó y uno aquí anda normal, con tu cartera, con tu reloj, con tu celular, en Venezuela no puedes andar así. Entonces me voy con el ritmo del pura vida y cuando llego allá me dicen ‘no, quítate el reloj’, ‘cuidado con el celular’... Sentí que llegué a una zona de guerra, pero para el venezolano ya es normal.
– ¿Qué ha pasado con sus excompañeros de las telenovelas?
– Tengo contacto con muchos de los que están en Venezuela y están viviendo penurias por falta de medicina y alimento. Todos han tenido que reinventarse la vida buscando cualquier tipo de trabajo, trabajo que no da para subsistir porque tenemos una inflación altísima. El salario mínimo creo que es un dólar y si la familia compró un pollo porque tenía hambre se quedó sin salario.
– ¿Cómo hace con el resto de su familia, se quedó allá?
– Tenemos mucha familia por parte de mi esposa y por parte mía. Nos duele muchísimo porque aquí, gracias a Dios, tenemos las tres comidas y allá no. Mi esposa y yo más de una vez hemos llorado pensando en cómo están ellos allá, en la medida de lo que cabe tratamos de mandarles plata o medicina, pero es duro, muy duro.
– ¿Por qué en Venezuela hay escasez de comida y medicamentos?
– Lo voy a explicar sin tantas palabras. Tuvimos un señor que llegó en el año 99 que se llamaba Hugo Chávez Frías, que se vendió como el salvador de los pobres, pero resulta que era un hombre de izquierdas, no era socialista, lo que él dice socialismo del siglo veintiuno es mentira y lo demostró con los años.
¿Qué pasaba con las personas que pensaban distinto a Chávez?, las expropiaban; entonces la gran fuerza productiva del país, la empresa privada, Chávez la expropió por pensar distinto a él. Tú haces lo que yo digo o te quito el negocio, sea cual sea, comida, vivienda, laboratorios de medicina. La empresa privada decidía irse del país antes de que Chávez llegara a expropiarlos. Chávez acabó con la productividad del país y eso año a año fue mermando y es por eso que en Venezuela no hay producción de nada y lo poco que hay lo acaban.
La empresa petrolera venezolana, ¿en qué la convirtieron?, en una lavadora de dinero. Venezuela no produce el petróleo que producía antes de que llegara Chávez y (Venezuela) tiene compromisos internacionales porque tiene que regalarle a Cuba, a Nicaragua a Bolivia. El país quebró y no lo quieren entregar.
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–¿Qué opina de lo ocurrido con los camiones de ayuda humanitaria que no dejaron pasar y fueron quemados?
– Suena muy feo lo que voy a decir, pero yo me alegro, voy a explicar por qué. Hay mucha gente que aún tenía dudas de si este gobierno, si este régimen o si este personaje dictatorial (Nicolás Maduro) era malo, pues ahí terminó de demostrarlo.
Suena feo, a mí no me gusta que la comida se bote y mucho menos que la quemen cuando hay tanto niño que se está muriendo de hambre, pero eso que pasó el sábado era necesario para que la gente se diera cuenta con qué clase de gobierno o régimen estamos tratando.
Todavía hay mucha gente de afuera que dice que ese un problema político de Venezuela, que no hay que meterse, pero no señores, nosotros clamamos ayuda, el pueblo venezolano no puede solo. Es decir, un ciudadano venezolano con un pito y una bandera no va a tumbar gobiernos y lo vemos, todos los días matan jóvenes y él (Maduro) se ríe. El sábado bailó, para él fue un triunfo lo que hizo, pero no señor, fue una derrota.
–¿Qué cree que hay que hacer para acabar con esa dictadura?
– Me voy a dejar de tanta diplomacia y tanta tontería porque han pasado veinte años y respeto la diplomacia, muchos diplomáticos se han sentado a negociar con el régimen y el régimen se ha muerto de la risa. Por eso sí estoy de acuerdo con una intervención militar, total y absolutamente.
Creo que ya es hora, no puede seguir un venezolano más muriendo en manos de estos delincuentes. Vivo en un país democrático, que ama la paz y en nombre de la paz es que pido esa intervención militar porque diplomáticamente no se puede hablar con terroristas, narcotraficantes y corruptos.
Gran trayectoria |
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Vicente Tepedino tiene 54 años y ha actuado en más de 20 novelas venezolanas, en más de 10 obras de teatro y en cinco películas. En el país fue por tres años presentador del programa Giros y el 11 de marzo arranca en el espacio La Gozadera, de Multimedios. |