Luis Vargas, mejor conocido como “Piñón”, por su personaje en la serie “Los enredos de Juan Vainas”, vivió un Día del Padre inolvidable, porque recién se convirtió en papá y abuelo a sus 50 años.
El actor de teatro dice estar viviendo una de las mejores etapas de su vida porque su hija Samy y su nieta Gema llegaron a llenar su casa nuevamente de color, sonrisas y muchos juguetes.
Luisito tiene dos hijos mayores, unos gemelos de casi 30 años, quienes ya no viven con él, por lo que ha sido como empezar de nuevo.
Su pequeña nació hace casi 9 meses y le lleva a su nieta mes y medio de diferencia y, según confesó, lo último se hubiera imaginado es que volvería a chinear después de tanto tiempo y por partida doble.
Él y su novia, Susana Liou Jeng (taiwanesa), se emparejaron en pandemia y entre sus planes estaba casarse primero; sin embargo, en febrero de 2023 se llevaron la sorpresa de que Samy venía en camino.
“¿Por qué decidí ser papá de nuevo siendo un hombre mayor? Susana tiene 36 años y no tenía hijos, y la razón vino por tener una buena relación, una buena pareja. Yo puedo decir al día de hoy que Susana es una excelente pareja, una excelente hija y una excelente mamá. Y vieras que el tiempo que estuve de novio con ella me hizo cambiar de posición y ella anhelaba ser mamá”, contó.
Su cumpleaños 50 fue el pasado 30 de marzo
Gran diferencia
Vargas recordó que cuando le dio la noticia a sus hijos, Donovan y Salem, de que volvería a ser papá, la más celosa fue su hija porque es muy apegado a él, pese a ya estar casada y vivir en otro lado.
Él los crió completamente solo desde que estaban niños, pues la mamá decidió dejarlos, por lo cual son muy unidos.
Según recordó, un día tuvo que hablar con su hija para recalcarle que siempre seguirá siendo la niña de sus ojos, pese a que venía una hermanita en camino.
“Le dije: ‘Mi amor, véame a los ojos, usted para mi siempre será mi niña y aunque Dios me vaya a dar otro hijo, usted va a seguir siendo mis ojos, igual que su hermano, nada cambiará entre nosotros’, y al mes y me dio me llama y me dice que si puedo ir por ella al trabajo y nunca me imaginé la noticia que me iba a dar. Vea que ignorante que me enseñó el examen de la prueba de embarazo y yo juré que era el de mi esposa, yo le decía: ‘¿Para qué me enseña eso?’, y me dice: ‘Lea papi’, y voy viendo que dice Salem Vargas, positivo. Casi me da algo de la alegría”, contó.
El artista asegura que nada se compara a la etapa de familia tan bonita que está viviendo, porque se siente un hombre estable y maduro en comparación cuando tuvo a los gemelos a sus 21 años.
“Siempre mis hijos fueron mi núcleo y Samy y mi nieta hoy vienen a fortalecer ese pensamiento. Mi casa por mucho tiempo estuvo en silencio, los cuartos de mis hijos por años estuvieron casi vacíos porque ellos se fueron a hacer su vida y hoy están llenos de alegría porque mi hija me llama y me dice que se va venir el fin de semana con la chiquita y el esposo y se convierte en una fiesta la visita, yo no aguanto 15 días sin ver a la nieta, entonces a veces me voy a verla aunque sea visita de doctor”, comentó.
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El más alcahueta
Vargas asegura que ahora se volvió el tata más alcahueta del mundo, porque antes no dejaba a sus hijos dormir con él y ahora Samy es la dueña de su cama.
Momentos que antes lo frustraban como papá primerizo, ahora más bien los disfruta porque sabe que todo pasa.
“Vieras cómo lo disfruto ahora, tengo la conciencia de que soy papá. A mis 21 y cuando ellos crecieron, siempre fui muy responsable, gracias a Dios, pero siento que hay muchas lagunas en mi cabeza que ya no me acuerdo, pero esta etapa con Samy la disfruto mucho, no me canso de verla, yo le toco mucho la guitarra y es esa conexión de papá e hija”, dijo.
Pese a todo, reconoce que sí es muy cansado criar una bebé a estas alturas y más que su trabajo en el teatro es principalmente por las noches, por lo cual hay días que no puede dormir más de cuatro horas seguidas.
“Yo prefiero eso (trasnochar) y vivirlo porque muchas etapas de mis hijos no fue que me las brinqué, sino que tal vez no tuve conciencia de que era papá, era tal vez más el susto por ser un papá joven, ahora es todo lo contrario”, agregó.
Recuperándose de un susto
Pese a estar viviendo un gran momento como papá, hace dos meses se llevó un gran susto que por poco y le cuesta la vida.
El pasado 3 de abril sufrió una cortada bastante profunda en la muñeca derecha luego que le explotara un ventanal de su casa, que le cortó las venas.
“Yo pensé que ese día me iba a morir, yo dejé esta casa, pero así con toda la sangre habida y por haber, vieras qué momento más duro. Estaba solo con mi esposa y mi bebé y eran como las 9 p.m. y yo en algún momento dudé, yo dije: ‘Aquí termino mal’, porque era tanta la sangre, era demasiada, pero gracias a Dios que en ese momento mandó un ángel. Nunca a las 9 p.m. anda un hermano mío por acá y ese día apareció uno y me ayudó, ya habíamos llamado al 911″, contó.
Ahora está recibiendo terapia para tener la movilidad completa de su mano de nuevo, pues se lastimó algunos tendones.