El actor canadiense Nick Cordero enfrenta una nueva batalla en su lucha contra el COVID-19, la cual comenzó el 31 de marzo.
Apenas hace unos días logró despertar del coma, sin embargo, su esposa reveló que su salud volvió a agravarse.
"Las cosas están yendo un poco cuesta abajo en este momento. Entonces, les pido nuevamente todas las oraciones posibles para mi marido”, dijo Amanda Kloots, durante una transmisión en un vivo en Instagram.
Cordero, quien es reconocido por su trabajo en las series “La ley y el orden” y “Blue Bloods”, está internado desde hace casi dos meses en el Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles, adonde ingresó con síntomas de neumonía, aunque luego se comprobó que tenía coronavirus. Además sufrió un shock séptico y tuvo dos pequeños derrames cerebrales. Los médicos decidieron colocarle un marcapasos temporal.
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Según Infobae, tras dos semanas de hospitalización las cosas empeoraron de manera drástica, ya que Cordero no estaba solamente inconsciente, sino que la circulación de la sangre a su pierna derecha se vio comprometida.
Los doctores le administraron anticoagulantes, que no dieron el resultado esperado. Horas después tuvo una hemorragia interna en su intestino, por lo que le quitaron el medicamento. Desafortunadamente, esto causó de nuevo problemas con en una de sus piernas, por lo que Kloots aceptó la decisión de los médicos de realizarle una amputación.
El 30 de abril otra vez llegaron malas noticias: su esposa informó que el actor tenía los pulmones tan dañados, que parecían los de una “persona que ha fumado por 50 años”. Cordero entró en coma, y recién el 13 de mayo pudo despertarse. En ese momento los médicos creyeron que había esperanzas de que su salud finalmente mejorara, algo que no fue así.