La expresentadora de televisión, Glenda Peraza, reveló este miércoles que hace cerca de un mes fue estafada cuando intentaba vender su carro.
A la empresaria le robaron de su cuenta bancaria una importante cantidad de dinero en dólares, y aunque no detalló la suma, sí dijo que se trataba de todos los ahorros de su vida.
Pero no solo ella fue víctima de esta situación; su hija Kianni Berry también perdió bastante de su platica ahorrada, ya que, según la exmodelo, la cuenta bancaria de Kiki (como es conocida su única hija) estaba ligada a la de ella.
Glenda se sinceró sobre la situación durante una transmisión en vivo que hizo en Instagram durante este miércoles por la noche. Contó lo que le pasó, según aclaró, como testimonio de vida y como un mensaje de prevención a las personas, debido a que este tipo de situaciones son, lamentablemente, cada vez más comunes.
“Me sucedió hace por lo menos 22 días o un mes. Fui estafada y les quiero contar a modo de testimonio porque uno siempre dice que a mí nunca me va a pasar y esa frase siempre la decía, porque uno piensa que es muy inteligente, muy sabelotodo, que está pendiente de las noticias, que escucha por todo lado advertencias y lo he compartido con mi círculo, pero me he dado cuenta que esto le sucede demasiado a muchísima gente de maneras impresionantes”, dijo Glenda antes de explicar qué fue exactamente lo que sucedió.
La exmodelo explicó que tenía a la venta su carro y que hubo una persona que le estaba ayudando a venderlo y se conversaba con su esposo Byron Garita.
Al poco tiempo apareció un interesado en comprarle el carro para su esposa. El supuesto comprador, afirmó Glenda, vivía en Panamá y la idea de él era dárselo a su esposa que reside en Costa Rica.
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Querían hablar con ella
El aparente comprador estaba dispuesto a darle un enganche de cuatro mil dólares a Peraza, quien se emocionó con que ya su carrito estaba negociado, pero el hombre insistió en que quería hablar con ella por teléfono.
Glenda accedió a comunicarse con el aparente comprador, quien conversó con ella durante 47 minutos, al tiempo que le sacaba todo el dinero que ella había ahorrado a lo largo de su vida.
“El señor tuvo la astucia tan grande de envolverme y yo de bruta, como era extranjero, contándole todo al señor. En eso él hizo una llamada, en Panamá, al banco de confianza de él para hacerme la transferencia y nos empezó a atender la persona que, supuestamente, haría la transferencia. Se lo juro que es tan triste la situación porque uno se siente culpable”, explicó.
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Para la aparente transferencia, Glenda ofreció información personal que las personas al otro lado del teléfono la utilizaron para saquearle la cuenta bancaria donde, supuestamente, iban a ser depositados los cuatro mil dólares del enganche.
“Me estafaron, me robaron una cantidad bastante grande de dinero en dólares. En esos 47 minutos me fui en todas y yo todo lo trato de ver siempre a través de los ojos de Dios y, en ese momento, no me percaté que me estaban haciendo una estafa y yo deposité toda la confianza y lo que ellos me preguntaban yo les respondía.
“Soy mala para la tecnología y el señor me enredó de una manera impresionante, porque usan un vocabulario increíble que uno piensa que está hablando con una persona de una entidad bancaria”, contó Peraza.
“Me di cuenta que fui estafada cuando colgué la llamada porque la persona del banco, lo único que nos solicitaba era que no ingresáramos a la APP para que no hubiese ninguna situación. Llamé a la entidad de donde me sustrajeron el dinero y se tardaron un tiempo en contestar, y ya me habían robado”, agregó Glenda.
Hasta ahí ella se había resistido a llorar, pero cuando se enteró que el dinero de su hija también lo habían tocado, no soportó y explotó en llanto.
“Yo trabajo desde los 9 años. He trabajo en todo, ustedes me conocen, cogí café, vendí números trabajé en casas, en tiendas, trabajé de recepcionista en La Nación… La he pulseado y la sigo pulseando toda mi vida. Tengo mi tienda virtual y trabajo en la redes y no he parado de trabajar. Cuando me di cuenta la cantidad de dinero que me quitaron me sentí dolida, porque son mis ahorros de toda la vida, no son ahorros para mí, sino para mi hija porque eso es para ella. No solo me robaron a mí, sino que a ella (a su hija) le robaron porque su cuenta está enlazada con la mía y ahí sí lloré. Me dolió que hayan tocado a mi hija”, mencionó Peraza.
A la transmisión de Glenda se conectaron más de 800 personas, quienes recibieron el mensaje de la expresentadora de televisión de ser desconfiados con todo el mundo y de jamás dar información personal ni mucho menos bancaria.
Glenda dice que intentó denunciar la situación ante el Organismo de Investigación Judicial, pero que no pudo hacer nada porque ella fue quien había brindado todos sus datos a los estafadores.