El chef Daniel Vargas está exactamente a un mes de iniciar su viaje a Nepal para, finalmente, cumplir uno de sus mayores sueños: escalar el monte Everest.
Dani viajará al país asiático el 9 de abril, estará en el campamento base del gigante del mundo por entre 45 y 60 días, aclimatándose y ajustando todos los detalles para escalar la montaña, según planea, durante los últimos diez días de mayo.
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Rumbo a la travesía de su vida, el exganador de Dancing with the Stars conversó con La Teja y reveló en lo que está previo a la arriesgada aventura y lo que tiene planeado hacer en la cima del mundo.
-¿En qué está enfocado a un mes de iniciar esta travesía?
En seguir entrenando lo que es la parte física, ya que el tema de altura aquí en Costa Rica es muy complicado. Sigo entrenando durísimo en el gimnasio, ya no salgo en bicicleta a la calle muy a menudo por el tema de evitar lesiones, entonces lo que hago es bicicleta en rodillo en la casa, natación de vez en cuando, mucha pesa, ejercicios de hiit (entrenamiento de intervalos de alta intensidad) y la parte médica que es a la que más atención le he puesto en estos últimos dos meses. Sigo con la sesión semanal de cámara hiperbárica y citas con el neumólogo para ver todo el tema de los ejercicios de respiración y de cómo está el corazón para ir con las mejores condiciones físicas que pueda. También en estar con mi familia que es en este momento lo que más quiero: estar con mi hija (Camila, de 9 años), con la gente cercana y con mi pareja (Shirley Álvarez) porque me voy dos meses y me van a hacer muchísima falta.
-¿Se va solo?
Llevo un grupo de cinco personas hasta el campamento base y ya ahí, junto con los guías que les proporciono, el grupo se devuelve a la ciudad y yo me quedo ahí.
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-¿Cuándo piensa realizar el ataque a la cumbre?
En los últimos diez días de mayo. Parte de los dos meses que estaré allá será para entrenamiento sobre cómo usar el equipo, cómo pasar los puentes de escalera, subir a los diferentes campamentos para empezar a aclimatarme y es un juego de subir y bajar que tarda entre 45 y 60 días.
-¿Qué le han dicho sus seres queridos sobre esta arriesgada aventura?
Cuando le planteé la idea a mi mamá no le hizo mucha gracia, pero ella sabe que es un sueño que tengo y así como lo ha hecho siempre me dio su punto de vista y me apoyó, que es superimportante para mí. Mi hija obviamente no sabe la totalidad del riesgo que conlleva el reto que voy a realizar y ella está ilusionada por mí. Imagínese la inocencia que me dijo que quería ir conmigo, pero verla feliz y emocionada por mí me ha ayudado mucho, y mi pareja ha sido el apoyo más fuerte que he tenido en estos casi dos años de preparación y saber que ella está a mi lado y me apoya, me da muchísima fuerza.
-Esta aventura conlleva un gran riesgo para su vida…
Estoy superconsciente de que es un riesgo y una de las razones por las cuales decidí hacer este reto fue porque estoy sacando una licenciatura en Sicología y estoy escribiendo un libro sobre la necesidad de la emoción empática que es el miedo. Sí, me da miedo, pero si aprendemos a usar eso a nuestro favor es una herramienta muy útil. Este reto lo estoy haciendo para demostrar a la gente que, primero que todo, tenemos que tener un objetivo claro y, segundo, que cuando lo trazamos si nos comprometemos es bastante lograble.
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-Entonces sí tiene miedo…
Tengo un nivel de miedo, mentiría si digo que no, pero lo estoy manejando de la menor manera y enfocándome en lo que puedo controlar como es encontrar el mejor equipo, prepararme de la mejor manera y no prestarle atención a eso, porque si me enfoco en lo que podría salir mal, definitivamente, no lo haría.
-¿Cuál es el mayor temor?
Vamos a hablar muy claro, lo peor que podría pasar es una fatalidad total, alguna caída, alguna avalancha, el frío, la falta de oxígeno… Hay demasiados factores y para nadie es un misterio que este reto incluye eso, pero no me enfoco en eso ni le doy mucha mente. Después de eso, lo que más me preocupa es no lograrlo y no por un tema físico, sino por algo del clima que no puedo controlar. Se dice que las montañas deciden quiénes suben y quiénes no, entonces ojalá que la montaña esté a mi favor y que me deje llegar a la cima.
-¿Qué tiene planeado hacer en la cumbre?
Tomarme una foto con la bandera de Costa Rica, hacerle un video a mi familia, a mi hija, a mi mamá y a mi pareja, que son las personas que han estado incondicionalmente a la par mía y la foto con los banners de los patrocinadores que sin ellos no podría realizar este proyecto. Lo que más me emociona es que dentro de unos años a mi hija le va a hacer mucha gracia ver a su papá haciendo esta locura.
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-Compartirá esa aventura con los televidentes de Repretel…
Me emociona, no se imagina cuánto, compartir esta travesía y tener a la gente, de cierta manera, más cerca y conectados conmigo, eso me genera muchísima confianza y me emociona mucho porque siento que es un proyecto al que se le puede sacar mucho kilometraje en términos de contenido y que muy poca gente aquí lo ha visto o lo va a poder ver.