El experto en certámenes de belleza Erick Solís vivió una verdadera pesadilla en México hace unos días, pues no solo lo drogaron y asaltaron, sino que además lo secuestraron, abusaron sexualmente
de él y le pidieron dinero a su familia a cambio de su vida.
El director del Concurso Nacional de Belleza, organizador de certámenes como Miss Grand Costa Rica y Miss World Costa Rica, habló con La Teja de las horas de terror que vivió el fin de semana anterior luego de ir a un bar de la zona rosa en Ciudad de México.
El tico tiene dos meses viviendo en ese país, porque está organizando el concurso Señora México y, aunque ya le habían advertido que era peligroso salir solo, jamás se imaginó que en verdad sería víctima del hampa.
Lo que lo tiene con más cólera es que, según aseguró, la policía mexicana no ha hecho nada por intentar resolver su caso porque según le dijeron ocurren unos 110 secuestros al día y no tienen el personal para tantos casos.
Con la voz entrecortada y aún adolorido por los golpes que le dieron, explicó que la noche del viernes anterior quiso tomarse algo en un bar al cual ya había ido en otras ocasiones y que está ubicado como a dos kilómetros de su apartamento.
Allí conoció a un mexicano de cabello rubio y a un amigo de él con los que entabló conversación todo la noche, y según contó, aún no recuerda en qué momento lo drogaron, solo que al subirse al carro de uno de ellos lo golpearon fuertemente en la cabeza y perdió el conocimiento.
“Hasta después yo entendí que habían sido 15 horas porque a mí me secuestraron a la 1:00 a.m. en el bar y fue hasta las 5:00 p.m. que me desperté luego de que me tiraran del carro en movimiento y me dejaran en un pueblo que creemos se llama Ecatepec (en Morelos). Cuando me empecé a sentir mal me dio la cabeza de mandarle la ubicación en tiempo real a una amiga y le dije: ‘sígame porque algo anda mal’, cuando ella se despierta al otro día se da cuenta que mi teléfono está en Iztapalapa, lejísimos de la zona rosa”.
“Ella empieza a llamar y a escribirme y el que le contesta es el secuestrador y le manda una foto mía y le dice que o pagan 15 mil pesos (mexicanos, menos de 500 mil colones) o que sino me cortan los dedos. Así lo hicieron con los contactos que tengo como favoritos. A Catalina Murillo (modelo) también le escribieron, a mi mamá le mandaron mi foto todo golpeado. Mi amiga al ver que yo no aparecía se fue a la policía a poner la denuncia por secuestro”, relató.
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Momentos de desesperación
Erick contó que lo tiraron del carro a 20 kilómetros de distancia del bar y que empezó a pedir ayuda, pero nadie le creía lo que le había pasado, porque andaba todo ensangrentado y golpeado. Fue hasta que un taxi se detuvo y decidió llevarlo.
“Le dije que por favor me llevara a mi condominio, ‘no tengo plata, pero yo sé que ahí le pago, por favor ayúdeme’, y él me llevó. Me ayudaron a bajarme del taxi y me desmayé y el oficial (guarda de seguridad) me llevó a mi apartamento. Ya en la noche logré ir al hospital para que me revisaran. Primero, aquí lo que hay es una oficina para la atención de turistas, me mandaron a un centro especializado en drogas, no me querían atender en forense. Tuve que amenazarlos con llamar al embajador para que me atendieran. Dice el doctor que la dosis de droga que me dieron fue muy fuerte porque al día de hoy me cuesta levantarme, me cuesta abrir los ojos, todo me pesa.
“Conforme va pasando el tiempo he ido recordando que me obligaron a practicarles el sexo oral mientras yo estaba inconsciente. Luego ayer iba en el Uber y me puse a llorar y recordé que me estaban metiendo la mano en la boca, los dedos entre la boca y la lengua, y metiéndome la mano en el bóxer, o sea, fue más de lo que yo creí, no fue solamente que me asaltaron y me quitaron el teléfono, hicieron conmigo en esas 15 horas cosas que ni yo sé, es horrible, es espantoso”, recordó.
Erick explicó que los dos sujetos decidieron soltarlo al ver que nadie les dio pelota con el pago del dinero, pero que sí le robaron sus pertenencias.
Yo sé que me expuse, pero ya todo lo demás no es culpa mía. Estoy con una sicóloga y una terapeuta porque fue algo horrible”
— Erick Solís
Drogado y golpeado
El vecino de Santa Ana confesó que él pecó de confiado porque ninguno de los dos mexicanos le dieron mala espina y que sospecha que la droga se la echaron en el trago, pues al salir del bar fue cuando se sintió mal y ya después lo golpearon en la cabeza.
“No sé cuál es la droga que usaron porque todavía el forense no me ha mandado el correo; tengo la denuncia, los exámenes que me hicieron, pero sí me drogaron porque pasé 15 horas dormido sin sentir golpes. Ahorita tengo las manos destrozadas, las rodillas, tengo golpes en la cara, no aguanto la espalda, ni siquiera sé si me bajaron del carro; no sé, estuve 15 horas drogado, solo tengo leves recuerdos”, mencionó.
Tras lo ocurrido decidió buscar un nuevo apartamento, porque tiene miedo, dado que los sujetos tienen su celular donde están todos sus datos, y la otra semana se vendrá por unos días a Costa Rica para estar con su familia.
“Lo cuento porque cuántos ticos vienen a México y andan en la calle como si nada, sin saber que los pueden secuestrar, porque eso aquí es muy común, sin saber que los van a torturar. México no es una ciudad para andar solo, pero yo ya aprendí a la fuerza.
“Y a seguir ese consejo que siempre dan de ‘nunca agarre un vaso’, ‘mejor tome de la botella’, ‘cuide su botella’, ‘no deje que nadie te cambie los tragos’, porque yo pequé como un chiquito, pero uno está como acostumbrado que eso solo se lo hacen a las mujeres, pues no le pasa a todos por igual”, agregó.