EscucharLa exmodelo y ahora empresaria Lynda Díaz se ha caracterizado por dar siempre de qué hablar.
Eso la ha colocado algunas veces en el ojo de la polémica, pero ella, siempre fiel a su estilo, ha continuado como si nada la afectara.
Estos son algunas de las frases más reveladoras o polémicas que ha dicho en entrevistas a medios del Grupo Nación en años recientes.
1. Empecé ganando 150 mil (colones) la hora y llegué a pedir un millón y me lo pagaron por ir a un evento.
Me decían que nadie me iba a pagar eso y me lo pagaban. Recuerdo una vez que llevé un queque a un señor que no conozco, solo fueron 5 minutos y me gané ¢800 mil.
2. Más de uno (políticos) me llamaba para que saliéramos, pero eran muy feos. Era gente que llegaba con regalos impresionando, pero no (me interesaba). A mí cuesta que me impresionen. No soporto al hombre que trata de hacerlo, más que yo tengo lo mío
3. Un divorcio es muy duro, esta última vez fue durísimo porque me quedé sola, sin amigos ni familia. Lloré mucho y luego empecé a enderezar mi vida
4. El modelaje se ha charraleado mucho y cualquier vieja ahora es modelo. Se ha prostituido. Yo nunca hice ningún trabajo por sexo.
5. Dejé la televisión porque siempre era el centro de rumores y quería alejarme de eso, aunque de nada valió porque los chismes no han parado.
6. -¿Le pagó a algún periodista para aparecer en publicaciones?
Nunca pero sí hice favores. No pagué dinero pero sí otras cosas, como un viaje, regalitos, y te quedan debiendo algo...
7. Creo mucho en Dios pero no soy de ir a la iglesia. Creo en la comunicación personal con Dios, no en ir a misa ni en confesarme, imaginate: yo para confesarme ocupo como tres horas.
8. Gracias a Dios que salí mas o menos bonita, porque a una mujer fea le es más duro. Una mujer bonita con buena cabeza puede llegar a donde le dé la gana.
9. Me compré un Rolls Royce que me duró tres meses... me aburrí. Pagué $380.000 y lo tenía en la casa de Miami guardando polvo.
10. Vivo plena, he amado plenamente, soy feliz en mi mundo, en mis cosas. No siento la necesidad de ser más joven. A veces veo a gente conocida y me digo: “¿Cómo esta vieja tiene 25 años y está hecha... pistola?.
