Su piscina interior, sus terrazas soleadas y el personal de servicio vestido de librea le dan un aire de hotel de cinco estrellas pero en realidad es un centro de desradicalización para yihadistas en Riad. Este complejo lujoso es un lugar de transición entre la cárcel y la libertad. Y un símbolo de la polémica estrategia saudí de reeducación de violentos y sanguinarios yihadistas, basada más en la curación ideológica que en el castigo.
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El contexto actual marcado por los atentados yihadistas podría hacer que las autoridades prohíban el nombre