La idea de la ordenación de los llamados viri probati (los hombres casados que prueban su virtud) ha rondado durante décadas en el Vaticano para poder hacerle frente a una escasez de sacerdotes y una disminución en la vocación en general.
La idea de la ordenación de los llamados viri probati (los hombres casados que prueban su virtud) ha rondado durante décadas en el Vaticano para poder hacerle frente a una escasez de sacerdotes y una disminución en la vocación en general.