Roberto Méndez Koschny, de 57 años, siempre andaba buscando la manera de hacer mejoras en su comunidad. Los tres nicaragüenses asesinados en la finca eran parientes.
Roberto Méndez Koschny, de 57 años, siempre andaba buscando la manera de hacer mejoras en su comunidad. Los tres nicaragüenses asesinados en la finca eran parientes.