Ella es vecina de Cartago, tiene 30 años y no se imagina su vida sin hacer payasadas, pues es lo que le gusta y lo que le ha dado de comer por mucho tiempo.
Ella es vecina de Cartago, tiene 30 años y no se imagina su vida sin hacer payasadas, pues es lo que le gusta y lo que le ha dado de comer por mucho tiempo.