Ella cobra diez rojitos la sesión de lecturas de cartas del Tarot y desde que decidió ayudar se le incrementó el trabajo, hasta diez personas por día. Ella cree que esa cantidad de bretecito es el resultado ‘divino’ de las ayudas que da.
Ella cobra diez rojitos la sesión de lecturas de cartas del Tarot y desde que decidió ayudar se le incrementó el trabajo, hasta diez personas por día. Ella cree que esa cantidad de bretecito es el resultado ‘divino’ de las ayudas que da.