Cuando los cuerpos de socorro llegaron ya no había nada que hacer por el hombre. Él tenía una sábana enrollada en el cuelo, pedazos de tela en la boca y golpes en la cara.
Cuando los cuerpos de socorro llegaron ya no había nada que hacer por el hombre. Él tenía una sábana enrollada en el cuelo, pedazos de tela en la boca y golpes en la cara.