Doctora y viejito relojero sirven de inspiración, pero lamentablemente no hay trabajo. A medio millón de ticos desempleados los espera lluvia de impuestos. ¿Dónde se ha visto semejante aberración?
Etiquetas María Fernández Argüello
“Es un orgullo, es mi vocación y es mi decisión servir a los pacientes, y mientras pueda hacerlo no desistiré”.