Esto tan poco común ocurrió en una cárcel de Pristina, la capital de Kosovo. El preso se quejaba de dolores muy fuertes.
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Blerta Morina, quien quiere ser hombre, lucha por los derechos en un país muy homofóbico.
La muestra durará un mes en Kosovo, en los Balcanes, y contará historias de amor y despecho