Solórzano, de 43 años de edad y 21 de ellos metido en los campos como árbitro asistente, habló con La Teja sobre aquel terrible capítulo que vivió en el estadio Ernesto Rohrmoser, en Pavas.
Solórzano, de 43 años de edad y 21 de ellos metido en los campos como árbitro asistente, habló con La Teja sobre aquel terrible capítulo que vivió en el estadio Ernesto Rohrmoser, en Pavas.