Los trabajadores de la CCSS que se dedican a recorrer los pueblos en busca de personas para vacunar terminan sus jornadas cansadísimos, sudados, con hambre y aveces hasta empapados por algún aguaceros que se llevan durante el día.
Los trabajadores de la CCSS que se dedican a recorrer los pueblos en busca de personas para vacunar terminan sus jornadas cansadísimos, sudados, con hambre y aveces hasta empapados por algún aguaceros que se llevan durante el día.