Jacques Fesch no tuvo compasión y mató a un policía que dejó huérfana una niña de 3 años. Como luego dijo haberse convertido, ahora hay quienes desean hacerlo santo.
Jacques Fesch no tuvo compasión y mató a un policía que dejó huérfana una niña de 3 años. Como luego dijo haberse convertido, ahora hay quienes desean hacerlo santo.