Gracias a una monjita misionera comboniana que nació en Tiquicia y al gran corazón de los ticos, varios niños del Chad podrán continuar en la escuela por todo el 2017.
Gracias a una monjita misionera comboniana que nació en Tiquicia y al gran corazón de los ticos, varios niños del Chad podrán continuar en la escuela por todo el 2017.