“Bigotes”, era como le llamaban de cariño al viejito Guido Rodrigo Araya Garita, vecino de la urbanización Chapultepec de Curridabat, a él lo buscaban todos los días para que les ayudara con favores.
“Bigotes”, era como le llamaban de cariño al viejito Guido Rodrigo Araya Garita, vecino de la urbanización Chapultepec de Curridabat, a él lo buscaban todos los días para que les ayudara con favores.