Agustín Lleida, director deportivo de Alajuelense, parece que no ha aprendido que la lengua castiga, porque cada vez que sale a decir algo, sus propias palabras le terminan jugando en su contra tiempo después.
Agustín Lleida, director deportivo de Alajuelense, parece que no ha aprendido que la lengua castiga, porque cada vez que sale a decir algo, sus propias palabras le terminan jugando en su contra tiempo después.