Un pedazo de meteorito del tamaño de una mano, como el que le cayó en el techo a una sancarleña, se puede vender en no menos de ¢6 millones.
Un pedazo de meteorito del tamaño de una mano, como el que le cayó en el techo a una sancarleña, se puede vender en no menos de ¢6 millones.