El cafecito costarricense es considerado por el Papa Francisco como el mejor del mundo, porque desde la semilla hasta que lo sirven en una taza, bien calentito, los cafetaleros nacionales lo pasan chineando.
El cafecito costarricense es considerado por el Papa Francisco como el mejor del mundo, porque desde la semilla hasta que lo sirven en una taza, bien calentito, los cafetaleros nacionales lo pasan chineando.