Bombas, serpentinas, aplausos, gritos de “¡eso, campeón” y “¡felicidades, guerrero!”, inundaron las instalaciones del hogar para recibirlo.
Bombas, serpentinas, aplausos, gritos de “¡eso, campeón” y “¡felicidades, guerrero!”, inundaron las instalaciones del hogar para recibirlo.