El llamado Triángulo de las Bermudas es sin duda alguna uno de los lugares más misteriosos del mundo, pues dentro de este, por razones que hasta el día hoy son inciertas, han desaparecido decenas de barcos y aviones que trataron de cruzarlo.
Esas misteriosas desapariciones han llevado dolor a miles de familias en todo el mundo.
Ese es el caso del costarricense Jorge Sanabria Guevara, de quien no se sabe nada desde hace casi 23 años, luego de que el enorme barco carguero en el que viajaba se internó en el también llamado “Triángulo del Diablo”. De esa embarcación lo único que se encontró fue un bote salvavidas.
Así lo contó a La Teja Mónica Camacho, sobrina de Sanabria e investigadora paranormal, quien explicó que hasta el día de hoy su familia vive con la incertidumbre de qué pudo haberle pasado a su tío en ese misterioso lugar ubicado en el océano Atlántico.
“Es algo terrible, superdoloroso, cada que vez que escucho de alguien que se desapareció y que la familia tiene esa incertidumbre a nosotros se nos vuelve a caer encima lo de tío Jorge, porque al final no tenemos nada, ni siquiera un zapato para saber si fue o no fue, si se murió o no, es algo muy difícil”, dijo Camacho.
Según National Geographic, el Triángulo de las Bermudas está formado por 1,1 millón y medio de kilómetros cuadrados en alta mar dentro de un triángulo equilátero que forman las puntas de las islas Bermudas, Puerto Rico y Miami en Florida, Estados Unidos.
Amante del mar
Mónica recordó a su tío como un hombre muy noble y dedicado a su familia, quien trabajó durante toda su vida en barcos cargueros. Según ella, a Jorge le encantaba esa profesión, pues lo mantenía cerca del mar, que era su otro gran amor.
“Mi tío fue una gran persona, no tenía vicios, nunca fumó, nunca tomó, era una hombre supersano, dedicado a su familia y a su trabajo. La novia de él siempre fue el mar”, detalló.
Camacho también recordó que Jorge le había contado de varias situaciones extrañas que le ocurrieron cuando se encontraba en altamar, como por ejemplo ver luces gigantescas en el cielo, las cuales luego se metían al mar y pasaban por debajo de los barcos.
En cuanto a la extraña desaparición de Sanabria, Mónica contó que esta ocurrió el 23 de diciembre del año 2000, cuando su tío viajaba en un enorme barco carguero que tenía como destino el puerto de Bahamas.
“Por cosas del destino poquito tiempo antes de que pasara el accidente él se cambió de compañía naviera y de barco, porque resulta que el barco en el que andaba le daba como cierto miedo, porque estaba muy viejo y en mal estado. Se pasó a una naviera de bandera griega que trabajaba en Estados Unidos”, recordó.
Neblina se les atravesó
El último viaje de Jorge fue a bordo del carguero llamado El Anita, el cual salió del puerto de Miami con rumbo hacia las Bahamas. Dicha embarcación transportaba vehículos y prendas.
“El barco salió y empezaron las comunicaciones con el puerto, como familia nos dimos cuenta de eso porque de Estados Unidos nos llegaron las comunicaciones directas que ellos tuvieron con el puerto de Miami y con la guardia costera” recordó Camacho.
Mónica contó que, según los informes que recibieron, en la primera comunicación el capitán, un estadounidense de nombre Nicholas, informó que todo estaba en orden; sin embargo, en el segundo contactó que hizo con el puerto refirió una situación muy extraña.
“Nunca se supo nada, nunca se encontró nada, nunca más recibimos algo sobre tío Jorge”.
— Mónica Camacho, sobrina de Jorge.
“Resulta que el capitán cuando se comunicó con el puerto de Miami les dijo: ‘Vamos bien, pero estamos viendo el banco de neblina’, y esa fue una de las particularidades que más nos extrañó, porque no dijo un banco de neblina, dijo el banco de neblina, como si ya supiera de que se trataba”, destacó.
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Al escuchar la situación en la que se encontraba el carguero, desde el puerto les dieron la orden inmediata de regresar, pues sabían que algo no andaba bien, pero el capitán del barco se negó y decidió continuar.
“El capitán dijo que no, que iban a seguir y que le iban a dar la vuelta al banco de neblina, de nuevo el puerto les dijo que regresaran, pero el capitán se negó”, contó Mónica.
Última comunicación
Quince minutos después de que el capitán se negara a regresar, el puerto de Miami recibió una última comunicación desde el barco, pero se trataba de un mensaje entrecortado que terminó por dejar más dudas que respuestas.
“La última comunicación fue superentrecortada, fue como: “nuevo banco de neblina, fallo en aparatos, fallo en brújula”, otras palabras entrecortadas y luego nada”, explicó Mónica, según la información que recibieron en aquel entonces.
Tras confirmarse la misteriosa desaparición del barco carguero, la Guardia Costera de los Estados Unidos inició una búsqueda que se extendió aproximadamente semana y media, pero al final no dieron con un indicio que permitiera esclarecer qué sucedió con el navío.
“Literalmente lo único que encontraron fue como escombros, pedazos de cosas flotando y un único bote salvavidas. Es extraño que no encontraran más botes salvavidas, porque la misma guardia costera nos dijo que en ese tipo de barcos cuando hay una emergencia los botes salvavidas se disparan automáticamente”.
Según National Geographic
— El Triángulo de las Bermudas es lugar de paso frecuentado por barcos y aviones que viajaban desde América a Europa, pues los fuertes vientos y corrientes del Golfo hacen que la navegación sea más rápida.
En el peor lugar
Recibir la noticia sobre la desaparición del barco fue un golpe muy duro para Mónica y su familia, pues no había explicación alguna de qué había pasado.
Sin embargo, Camacho contó que desde muy joven ella sabía del Triángulo de las Bermudas, esto por los documentales que solía ver con su papá, y le pareció que la desaparición del carguero había ocurrido muy cerca de ese lugar.
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“Cuando nos dijeron donde se había desaparecido el barco yo me quedé pensando que eso estaba muy cerca del Triángulo de las Bermudas. Me compré un mapa mundi y en ese tiempo en el cole a uno le enseñaban a hacer las mediciones y yo me di a la tarea de buscar exactamente dónde fue que ellos desaparecieron y ahí fue donde me di cuenta que estaban varias millas náuticas metidos en lo que es el Triángulo de las Bermudas”.
Aunque Mónica estaba segura de que sus cálculos estaban bien prefirió no mencionarle nada de esto a su familia, pues el sufrimiento ya era lo bastante grande como para empeorarlo al sumar esta situación.
“En el barco iban solo latinoamericanos, el único estadounidense era el capitán. Hubo un periódico nicaragüense que puso, y nunca se me olvida el titular, “Varios nicas desaparecen en el Triángulo de las Bermudas”, y fueron los únicos que yo dije que se dieron cuenta de lo que pasó”.
Muchas teorías
Casi 23 años han pasado desde la desaparición de Jorge y hasta el día de hoy su familia no sabe qué pasó con él. Mónica dijo que como investigadora paranormal sabe que existen muchas teorías sobre lo que pudo sucederlo al barco, pues hay muchos que dicen que en ese lugar existen puertas dimensionales, monstruos marinos, vórtices e incluso que las desapariciones podrían estar relacionadas con extraterrestres.
“Honestamente en la teoría en la que tal vez podría creer es la de los agujeros de gusano, que son como lo que podríamos llamar puertas dimensionales, que van de un puerto del universo a otro, no lo puedo asegurar, pero podría pensar que hay algún tipo de puerta dimensional de ese tipo que causa el fallo en lo que son los aparatos como las brújulas y eso es lo que hace que las cosas desaparezcan”, explicó.
Camacho también contó que desde muy pequeña cuenta con dones síquicos, por lo que trató de usarlos para contactar a su tío y saber que pasó con él. Según Mónica, al tratar de contactar a Jorge recibió tres imágenes: una enorme pared de neblina, un espacio totalmente oscuro y finalmente otro espacio muy iluminado, donde la claridad era tan fuerte que era imposible mantener los ojos abiertos.
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“Yo interpreto que fue como en el momento en que se dio la desaparición de ellos (tripulación), así que asumo que es el banco de neblina del que el capitán hablaba, la oscuridad es cuando ellos fallecieron y luego el montón de luz es a donde llegaron, que no sabemos dónde es, esa es mi interpretación”.
Esperanza se va apagando
Pese a la misteriosa desaparición de su tío, Mónica contó que en su familia aún mantienen la esperanza de algún día recibir alguna noticia sobre Jorge, por lo menos para saber qué le sucedió.
“Es muy difícil, porque en esa zona hay cualquier cantidad de islas y siempre existe la posibilidad de que por alguna situación alguno de los botes salvavidas que no aparecieron le haya permitido llegar a una de esas islas, pero conforme pasan los años se va apagando la esperanza.
“Mi abuelita, que ya falleció, siempre lo pensó, ella siempre mantuvo la mente en que tal vez él estaba en una de esas islas y que en algún momento lo iban a encontrar”.