El Novelón

Mamá a hombre que le mató hija frente a nietos: “¿Ahora si estás feliz?, ya me la quitaste”

Los dos hijos que dejó Wendoly Vargas Venegas son la principal fortaleza para la familia

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María Eugenia Venegas, mamá de Wendoly Vargas Venegas, presintió que su hija estaba en peligro.

Por eso luchó para sacar a su única hija y a dos nietos de un círculo de violencia doméstica y emocional, pero, lamentablemente, no pudo.

“No mami, no te metas, él va a cambiar”, fue la respuesta que le dio una y otra vez Wendoly y hoy, lamentablemente, es una víctima más de femicidio en Costa Rica.

Doña María Eugenia se arrepiente de no haber actuado contra la voluntad de su hija, porque quizás ella aún estaría en este mundo.

Los peores temores de esta madre se hicieron realidad el jueves 22 de febrero del 2020 cuando Wendoly, de 29 años, fue asesinada por su pareja, un sujeto identificado como Milton Pagel Fernández, actualmente de 35 años.

Wendoly Vargas Venegas adoraba a sus dos hijos y luchaba por ellos. Foto: María Eugenia Venegas para La Teja

Pagel fue condenado el miércoles 10 de agosto a 35 años de cárcel por los jueces del Tribunal Penal de Pavas pese a que intentó hacer creer que Wendoly se había quitado la vida, sin embargo, las pruebas forenses demostraron que él le presionó el cuello hasta matarla.

Doña María Eugenia siempre supo que él era el responsable del crimen, incluso, se lo dijo de frente horas después del fallecimiento de Wendoly.

Su hija, antes de morir, intentó comunicarse con ella, pero el tiempo no fue suficiente.

Yo estaba trabajando y veo que hay una llamada de ella pérdida, eso fue como a las doce y algo (pasado el mediodía), estaba llorando (en un mensaje de voz), me dijo: ‘mami, soy yo, llámeme’, cuando yo la llamo, ya no me contestó y no me contestó nunca más”, recordó la mamá.

Hasta ese momento doña María Eugenia desconocía qué le había pasado a su hija y minutos la llamó la mamá de Pagel.

“Tan dura, tan cruel, solamente me llama y me dice: ‘doña Maru, Wendolyn se ahorcó'.

“Sentí que el mundo se me caía, caí hincada, le aclamaba a Dios, nos movilizamos de Guápiles a Santa Ana, en San José, cuando llegamos, él (Pagel), se vino a saludarme como el más cínico y lo volví a ver y le dije: ‘¿ahora si estás feliz?, ya me la quitaste’, esas fueron mis palabras y no me equivoqué”, recordó la valiente mujer.

Pagel nunca mostró arrepentimiento. Incluso, fue al funeral de Wendoly como si nada.

Pese a todo el sufrimiento Wendoly Vargas Venegas siempre andaba con una sonrisa. Foto: María Eugenia Venegas para La Teja

Wendoly era madre de dos niños, el mayor pronto cumplirá 10 años y el menor tiene 7 años, este último es hijo de Pagel. Ambos eran el amor de la vida de la joven mamá que estaba llena de sueños.

¿Cómo se conocieron?

Wendoly nació en Costa Rica, sin embargo, desde que tenía un añito su mamá se la llevó para Estados Unidos y allá ella sacó el colegio. Hablaba un inglés perfecto.

En el 2010, ambas se vinieron a suelo tico. Wendoly se enamoró de Costa Rica, sobre todo por el clima, que no es tan extremo como en Estados Unidos, donde, o hace mucho calor, o el frío es violento.

La joven estuvo viviendo en Heredia, donde una amiga de la mamá. Estando allí tuvo varios empleos y en el 2014, durante la entrevista de trabajo de uno de esos, coincidió con Pagel.

A ambos los contrataron en una empresa que transfiere dinero. A Wendolyn en el área de investigación de fraudes y a Pagel en informática.

Wendoly siempre andaba blusas manga larga para ocultar los moretes. Foto: María Eugenia Venegas para La Teja

Al tiempo se hicieron novios, luego vivieron juntos y en el 2016 nació el hijo de ambos, en el 2018 se separon y los hijos de Wendoly estuvieron con la abuelita materna para que ella siguiera trabajando.

“En el 2018 tuve a los niños porque ellos se habían separado, fui a traer a los niños en San José y la vi a ella toda golpeada, en ese momento se había separado de él y se había ido a vivir con una amiga.

“Ella siempre anheló otro puesto, siempre iba subiendo de puesto, porque sabía mucho, se quedó trabajando y venía todos los fines de semana, traía dinero, lo que se necesitaba para los chicos (los hijos), así estuvo un buen tiempo, viviendo sola, trabajando, ella era muy luchadora”, recordó la mamá.

La abuelita dice que sus dos nietitos fueron testigos de las agresiones.

“Mi nieto me dijo que le había pegado con el puño cerrado por el pómulo, que ella cayó al piso, luego se la llevó arrastrada para el cuarto...”, recordó con dolor la mamá.

Pese a las agresiones, Wendoly regresó a vivir con Pagel en octubre del 2019. Al parecer, buscaba recuperar la unión familiar.

“Siempre le enviaba mensajes para ver cómo estaban, a veces no podíamos hablar, solo hablábamos cuando iba camino al trabajo”, mencionó doña María Eugenia.

La violencia contra la muchacha era tanta que, incluso, llegó a usar solo blusas de manga larga para ocultar los moretes que el sujeto le dejaba.

“Siempre le gustaba recogerse el pelo, lo tenía largo, pero a veces se lo tiraba al frente, se maquillaba, cosas así”.

Cuatro meses después de haber regresado a vivir con Pagel, o sea, en febrero del 2020, Wendoly fue asesinada.

El caso, desde ese momento, lo investigó la Fiscalía Adjunta de Género.

“En su momento, la línea de emergencias 9-1-1 atendió un reporte por suicidio, sin embargo, las diligencias de investigación, ejecutadas por el Ministerio Público, en conjunto con el Organismo de Investigación Judicial, permitieron recabar evidencia relevante, la cual estableció que la causa de muerte fue homicida por asfixia, pues fue provocada por una compresión externa en el cuello de la ofendida”, sostuvieron en el Ministerio Público.

En la investigación trascendió que la casa en la que vivía la pareja estaba llena de cámaras de seguridad por dentro y por fuera y curiosamente el día de la muerte no funcionaron.

Wendoly Vargas sufrió violencia doméstica y emocional, pero ella se esforzaba para que sus dos hijos sean unos caballeros. Foto: GN (Foto: Cortesía para LN)

Tenía todo en bolsas para irse

Wendoly decidió irse de la casa, pero lamentablemente ese mismo día la asesinaron.

“Ese día ella tomó la decisión, porque tenía las bolsas de ropa listas, la de los niños y la de ella, había tomado la decisión de venirse para la casa de ella, porque esta era su casa en Guápiles.

“Mi nieto, el pequeño, incluso dice que ella le dijo: ‘les tengo una sorpresa, nos vamos para donde tita’”, dice la abuelita.

Por todo lo que ella sufrió, Wendoly siempre crió sus hijos para que sean unos caballeros.

El debate se llevó a cabo en el Tribunal Penal de Pavas dos años después del asesinato. Fotos Melissa Fernández Silva/Ilustrativa (Melissa Fernandez Silva)

“Se sentía un rey”

Después de la inesperada muerte, las amistades de la joven recordaron que al inicio, Pagel era especial con ella, muy atento y detallista, pero con los años cambió.

“Los amigos de ella me cuentan que cuando la visitaban, siempre se sentaban afuera a hablar, a comer algo, hablaban de películas, partidos y él nunca opinaba, solo decía: ‘ajá, si verdad’”, expresó doña María Eugenia.

La mamá también recordó que para unas vacaciones los fue a visitar y fue testigo de lo que se esforzaba su hija por él.

Él siempre se sentía como el rey, que ella lo tenía que atender. Ella daba demasiado, siento que se cansaba mucho. Porque yo estuve en Santa Ana para unas vacaciones de mi trabajo y ella se levantaba a las tres o cuatro de la mañana, se alistaba y se iba al trabajo, porque a las cinco pasaba una buseta por ellos.

“Yo alistaba comida para los enanos, luego ella regresaba, eran por ahí de las 3:30 de la tarde... imagínese esto que yo vi cuando estuve ahí, (durante esos días) cuando ella venía tenía su casa arreglada y un poquito de comida; ahora ella sola, levantarse a esa hora (3 a. m.) regresar (3 p. m. o 4 p. m.) para cocinar, lavar, tender, sin alguien que le coopere y que más bien le caliente la cabeza, pienso que es una injusticia vivir así”, manifestó.

Doña María Eugenia dice que además de que ella sabía que a su hija se la habían matado, una pregunta que le hicieron en el funeral le terminó de confirmar su corazonada.

“Recuerdo que la mamá de él se me acerca en el cementerio y me dice: ‘doña Maru, una pregunta, ¿qué salió en la autopsia?’. O sea, dígame usted, estas autopsias no salen de hoy para mañana, esperé para que anotaran las causas en un acta de defunción. Sabían más de lo que usted y yo sabemos. No les importó el dolor ajeno”, expresa aún con la herida abierta esta valienta madre.

Ella asegura que sus nietos son la fortaleza para seguir adelante. La abuelita tiene a su nieto menor y el más grande está junto al papá, con quien mantiene una relación cordial.

“Solo las cuatro paredes de mi casa saben lo que he pasado aquí, mi única hija, el tesoro más grande que Dios puso en mis manos y el no tenerla, sentí que no podía más en esta casa.

“El Patronato Nacional de la Infancia (Pani) de Santa Ana me lo vino a dejar hasta aquí (Guápiles) y lloramos mucho, él (mi nieto menor), por las noches pedía a la mamá, llorábamos por ella, no tenía facilidad para consolarle, porque yo estaba igual, o peor, hemos ido dándonos apoyo, pero él me da más apoyo.

“Me ve llorar y me dice: ‘tita, no llore, ella está bien; tita, esté tranquila, aquí estoy yo, ella está conmigo en mi mente”, concluyó esta valiente madre, quien una vez le advirtió a Pagel no hacerle daño a sus tres más grandes amores (hija y nietos) y al final le hizo daño a los cuatro.

Pagen cumplirá prisión preventiva mientras la sentencia queda en firme.

El abogado de él, Ewald Acuña, dijo que este jueves 18 de agosto recibieron la sentencia integral, la van a revisar y luego determinará si acude al derecho de apelación que tienen todos los condenados luego de escuchar la pena.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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