Una balacera marcó de por vida al locutor de Neón Radio Jair Cruz y a la joven Valeria Montoya.
Ellos recordaron la amarga situación que los marcó hace 14 años, sus vidas estuvieron en peligro la tarde del sábado 8 de diciembre del 2007.
Ese día Jair salió de su trabajo en Grupo Nación, en Tibás, e iba para el Palacio de los Deportes, Heredia, para participar como presentador en la Teletón. Él manejaba su carro, el cual tenía seis días de haberlo comprado, solo avanzó escasos doscientos metros, estaba haciendo el ‘Alto’ cerca de los semáforos que están por el bar Mi Parcela, cuando dos hombres que iban caminando se le acercaron por los costados del carro, hasta ese momento parecían que eran vendedores ambulantes.
A él le pareció extraño y en cuestión de segundos lo terminó de confirmar cuando uno de los tipos le quebró la ventana del asiento del acompañante con una pistola, mientras el otro delincuente lo estaba encañonando, lo obligaron a bajarse.
Jair no puso resistencia y entregó todo, los hombres se montaron en el vehículo Honda Civic azul, esperaron que el semáforo se pusiera en verde y se fueron rumbo a León XIII.
Jair asegura que aún tiene grabado en la mente como fotografías esos momentos.
“Dos carros después del mío iba un guarda que trabajaba en Nación, se llama don Daniel, me dijo ‘¡mae, móntese!’, nos fuimos por donde se llevaron mi carro y del teléfono de don Daniel llamé al 911 y dije lo que me había ocurrido, me dijeron que estaban en la persecución de ese vehículo, parece que alguien que estaba allí dio la alerta antes”, recordó Jair.
Mientras Jair y don Daniel trataban de no perder de vista el carro, vieron pasar una patrulla a alta velocidad que perseguía el carro, esto fue cerca de la Metalco.
“Uno de los policías iba con medio cuerpo afuera disparando y los que iban en mi carro también, solo pensé que eso parecía una película y don Daniel me dijo que teníamos que seguirlos, nosotros nos metimos a León XIII”, recordó Jair.
Mientras esto ocurría, Valeria, quien para ese entonces tenía 8 años, estaba jugando muñecas junto a su hermana y una prima, en la acera de la zona conocida como La Terminal de Buses dentro de la León, la inocencia de ellas jamás las haría reconocer que estaban en peligro.
Cerca de las niñas pasaron el carro robado y la patrulla, uno de los balazos alcanzó el cuello de Valeria.
La imagen fue tan impactante que la pequeña hasta dejó la huella de su mano llena de sangre en el pavimento.
En frecuencia informan de la niña herida
Mientras tanto Jair se topó con su carro rodeado de policías, así como los sospechosos en el suelo.
En ese momento no sabía que Valeria fue herida por una bala perdida.
“Cuando llegué me preguntaron que quién era, les dije que el dueño del carro y un policía me agarró y me hizo metido con fuerza en una patrulla, me dijo que me quedara ahí, porque no se sabía si otra gente de los que me robaron me podían joder.
“Le dije que estaba bien, me quedé en la parte de atrás de la patrulla y escuché en la radio policial que había una niña herida y pedían escolta, en ese momento pensaba ‘¿qué es esto?’”, recordó.
Valeria estaba grave, la bala le entró por el cuello y le salió por la nariz, le cortó la vena que va al cerebro y al corazón, conocida como vena cava.
La chiquita fue llevada en condición grave al hospital Nacional de Niños.
En la noche Jair no llegó a la Teletón, pero sí fue al centro médico y se presentó con los papás de Valeria, quien tiene la edad de una de las hijas del locutor.
Niña se convirtió en milagro
Valeria comenzó a luchar por su vida, estuvo 10 días internada, cuatro en coma y seis en recuperación.
Los médicos le salvaron la vida y le tuvieron que reconstruir la nariz, el paladar, la encía y la garganta.
Asegura que de ese día no tiene recuerdos, su mente los bloqueó.
“Solo sé que estaba jugando en la calle, luego desperté en el hospital.
“Mis papás me dijeron que los doctores siempre les expresaron que soy un milagro de vida, porque al romper una de las principales venas de mi cuerpo me tuvieron que operar en el cuello y todo era peligroso.
“Tuve fuga de sangre y se me fue a los pulmones, me tuvieron que meter una sonda para limpiarme los pulmones”, mencionó la sobreviviente.
Jair recordó que en esa Navidad fue a dejarle un regalo a Valeria, pero ella no lo recuerda, porque además estaba pequeña.
Burlas y secuelas
En la actualidad esta guerrera de vida tiene 22 años y es madre de dos niños.
Lo que sí recuerda fueron los fuertes dolores que tuvo que soportar, así como las burlas que le hacían los compañeros y vecinos por las cicatrices.
“Las cicatrices aún las tengo y me las veo como parte de mi milagro de vivir y también de dar vida”, dijo la muchacha.
Catorce años después las secuelas siguen, por ejemplo, se pone muy nerviosa cuando escucha balaceras o pólvora.
“Con mis hijos vivo nerviosa, no quiero que sufran lo que viví y por eso no me gusta que jueguen afuera porque podrían ser víctimas de una bala perdida”, expresa.
Jair también quedó marcado, el susto de vivir otro ataque sigue latente, él siempre anda pendiente por si ve algún movimiento raro.
“Sigo viviendo con ese miedo de cuando se me acerca una moto o un carro de manera extraña, o que siento que me siguen, es un miedo constante”, señala.
No volvió a usar ese carro
Jair nunca más volvió a usar ese vehículo, a pesar que le encantaba.
“Ese carro estuvo en el Complejo de Ciencias Forenses por la toma de evidencias, luego me lo devolvieron, tenía 17 huecos por las balas, lo fui a recoger en una grúa y luego lo cambié, ya no quería volver a usarlo”, recordó.
Este caso fue a juicio y tanto Jair como Valeria lo recuerdan como parte del trauma que soportaron.
“Este fue un proceso muy triste y molesto, porque era algo grande, ya no solo era un bajonazo en mi contra, sino una tentativa de homicidio, entre otros hechos.
“El papá de la chiquita y yo recibimos llamadas en la que nos decían que eran inocentes y que quitáramos la denuncia, pero la fiscal a cargo del caso nos dijo que la acusación ya estaba con o sin denuncia de nosotros”, recordó.
Jair recuerda que Valeria estaba muy pequeña y tuvo que revivir los hechos para decirlos frente a los jueces.
“Ella estaba muy nerviosa y también yo, a pesar de ser ya un viejo, son momentos que a uno lo marcan, sobre todo cuando los jueces le dicen: ‘¿era este o aquél?, señálelo con la mano”, recordó Jair.
A los tipos los condenaron a 17 años de cárcel.
Valeria también quedó con el trauma de todo lo que tuvo que afrontar, siendo una inocente.
“Nos dijeron que ya salieron de la cárcel y a pesar de que fui víctima de una bala perdida temo que se vuelva armar otra situación similar o peor”, manifestó.
Le han robado otros dos carros
Este no ha sido el único robo de carro que ha sufrido Jair; en el 2001 le robaron un Nissan Sentra B14, negro, que lo tenía parqueado frente al mall San Pedro, cuando trabajaba para VM Latino; este lo logró recuperar a los días porque lo dejaron abandonado en Alajuelita.
Mientras que el primer bajonazo fue en setiembre del 2000, luego de salir de trabajar en un evento en el bar Tragaldabas y tenía que ir a dejar a una compañera a Heredia centro, era de noche y allí lo encañonaron, lo hicieron bajado del carro y nunca más volvió a saber de este primer carro.
Este fue su primer carro, era un Hyundai excel gris, con vidrios eléctricos, modelo 1995, lo había comprado con los salarios de un mes que se ganó al animar eventos.
El locutor concluyó diciendo que los bienes materiales van y vienen y agradece que de todos los ataques en ninguno viajó con sus hijos, además le alegra que Valeria tenga una linda vida, a pesar de los dolorosos momentos que soportó.