El Novelón

Inocencia robada: Confesión de niña fue clave para condenar a hombre que intentó matarla

La pequeña tenía 5 años cuando fue víctima de un brutal ataque por parte de un hombre que enloqueció debido al efecto del guaro y las drogas

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Con tan solo cinco años, una niña vivió una experiencia traumática cuando fue despertada por un hombre que intentó violarla y asesinarla con un hacha.

Debido a lo anterior, la pequeña inocente sufrió cortaduras en su cuello y otras partes del cuerpo que pusieron su vida en peligro.

Sin embargo, la niña demostró una gran valentía y sobrevivió a estas agresiones que le dejaron secuelas físicas y sicológicas, pero tuvo el coraje suficiente para lograr enviar a la cárcel al responsable de intentar acabar con su vida de esa manera tan violenta.

Las marcas en su cuerpo son difíciles de borrar, pero sobre todo las duras palabras se le quedaron grabadas en su memoria y que se convirtieron en prueba fundamental para condenar al sujeto que se las dijo, un tipo de apellidos Guido Narváez, de 31 años.

El agresor fue condenado por tentativa de homicidio calificado y amenazas agravadas a 13 años y 4 meses con 10 días de prisión, una sentencia que descuenta en una cárcel de Alajuela.

El testimonio de la inocente fue clave para que el juez Rodolfo Bolaños Murillo del Tribunal Penal de Upala, zona norte le impusiera la pena.

Guido trabajaba en una bananera y vivía en Cuatro Bocas de San Carlos.

Guido Narváez descuenta su sentencia en la cárcel de Alajuela. Foto: Archivo GN (Andrés ARCE / GN)

Padres rechazaron enfiestarse

Lo peor de todo es que el terror que vivió esta pequeña ocurrió dentro de su propia casa, en Upala, zona norte del país, la noche del martes 21 y la madrugada del miércoles 22 de febrero del 2017.

Ella estaba durmiendo y no entendía lo que pasaba, pero sabía que algo no andaba bien por las miradas de sus padres y la forma en la que hablaban con Guido Narváez para que los dejara en paz. El agresor se suponía que era amigo de todo la vida de su padrasto.

Resulta que Guido llegó a la casa de los papás de la niña con una pacha de guaro y cocaína, ya que pretendía que los papás de la menor se enfiestaran con él, pero cuando ellos se negaron, el hombre enloqueció.

Las autoridades judiciales señalaron que Guido primero apuntó con un arma de fuego hechiza al padre de la niña y que le dijo que lo iba a matar, mientras lo encandiló con la luz de un foco.

Seguidamente agarró a la mamá de la niña y le puso un cuchillo en el cuello. Los amenazó para que tomaran licor y consumieran drogas con él, porque de lo contrario tendría que matarlos.

La valiente madre, quien en ese momento estaba embaraza, forcejeó con Guido y en ese momento su esposo golpeó al sujeto con uno tronco de madera, pero este no soltó a su amada, por lo que el esposo le tiró una plancha de ropa en la cara al agresor, momento en el que ambos se pusieron a salvo y salieron corriendo para pedir ayuda.

No obstante, la niña quedó desamparada dentro de uno de los cuartos de la casa.

Los padres vieron que el tipo caminó hacia el cuarto y agarró a la niña, la llevaba guindando mediante una especie de candado chino. Luego le puso el machete en el cuello y en el abdomen le puso un puñal de cocina.

La pequeña lloraba, por lo que Guido le gritaba que se callara.

De acuerdo con la acusación del Ministerio Público, el agresor le dijo: “que la iba a violar, que la iba a matar y a echarla al río”. Seguidamente la hirió con el cuchillo en el cuello, en el abdomen y en el pie derecho.

El padrastro de la pequeña se devolvió para intentar salvar a la pequeña, pero esta ya estaba en manos de Guido.

El sujeto continuó con las amenazas contra la pequeña, palabras que le robaron su inocencia.

La niña fue apuñalada en su estómago y el sujeto les dijo a los padres: “vean, la voy a matar, ya le metí las primeras puñaladas”, señaló la acusación.

En un momento de descuido del agresor, el padrastro logró quitarle el foco, a quien por años llamó amigo, y seguidamente lo golpeó con un hacha y trató de encandilar a Guido para golpearlo y quitarle la menor, pero este intentó salir de la casa con la niña.

En ese momento tropezó y nuevamente el padre intentó recuperar a la niña, por lo que golpeó a Guido con unos troncos de madera, sin embargo, este no soltó a la menor, así que el papá nuevamente lo golpeó con un hacha, pero el delincuente reaccionó lanzándole un machetazo a la menor que le provocó un corte en uno de sus talones.

Gracias a esa acción, el padrastro logró recuperar a la niña, pero la familia temía que el sujeto los persiguiera para matarlos, por lo que aprovecharon que estaba herido para intentar amarrarlo mientras llamaban a la Policía. No obstante, la niña les decía que se sentía muy mal, ya que estaba perdiendo mucha sangre debido a las lesiones.

El papá decidió alzarla y correr en busca de ayuda.

La familia corrió por sus vidas, pero mientras lo hacían se percataron de que el tipo los perseguía. Al ser una comunidad rural las casas quedan muy distanciadas y tenían miedo que nadie se percatara del daño que les hacían.

Pese a eso, lograron llegar a la casa de una tía materna de la niña donde se refugiaron y buscaron auxilio.

Guido, por su parte, se escondió en su casa, donde la Policía lo llegó a buscar, pero en vez de llevarlo a prisión lo tuvieron que mover al hospital porque las heridas que le dejó el papá de la niña lo dejaron mal, al punto que lo enviaron al hospital México donde permaneció grave y bajo custodia policial.

La inocente también requirió de atención médica debido a las cortaduras que le provocó Guido.

Dentro de la casa del agresor encontraron: un cuchillo, un arma de fuego hechiza calibre 22, un hacha con manchas de sangre, una varilla de construcción y dos machetes.

Aunque parecía que todo había terminado, no fue así, ya que la niña debía recuperarse y si el sujeto sobrevivía se verían nuevamente en un juicio.

Guido Narváez sobrevivió a los golpes que recibió en la cabeza por parte del padre de la menor.

Las víctimas recibieron atención médica en el hospital de Upala. Foto: CCSS

Pesadilla jamás olvidada

Esta brutal agresión fue llevada a juicio el 3 de febrero del 2022, por lo que una vez más Guido estaba cerca de la familia, pero esta vez el tipo estaba manso y aceptó los cargos, ya que prefirió someterse a un proceso abreviado y así evitar un juicio.

De acuerdo con la condena, de la cual La Teja tiene copia, el juez tuvo que determinar si eran ciertos los cargos por los cuales acusaban al hombre, por medio del testimonio de las víctimas, pero fue sobre todo por el testimonio de la menor que se logró mandar a prisión a Guido.

La mamá de la niña le dijo al juez que el agresor era amigo de su compañero sentimental y que ellos se conocían desde que eran niños.

Afirmó que el tipo, además de guaro, llevaba aproximadamente cinco puchos de marihuana y unas cinco puntas de cocaína. Ella afirmó que cuando estaba drogado invitó a su esposo y como este lo rechazó se enojó mucho y los amenazó.

La niña también coincidió con las declaraciones que dieron sus padres:

“Anoche yo estaba durmiendo y llegó (nombre del imputado) y me quería matar, me quería violar y echarme al río. También quería matar a mi papá y a mi mamá”, detalló la niña en el juicio.

La inocente recordó cuando la atacó en el cuarto.

“Entró al cuarto y tenía un cuchillo de la cocina, cerró la puerta y con el cuchillo me cortó en la panza, me tenía agarrada del cuello, luego me puso el cuchillo en el cuello y me cortó. En eso llegó mi papá y me salvó. Para poder salvarme mi papá le dio con un hacha por aquí (la menor señaló la nuca), luego del golpe se fue como loco por el potrero, mi papá me llevó para que me cosieran.

“Cuando llegó a la casa traía una coca y una birra grande para que mi papá tomara y mi mamá perdiera el bebé, porque mi mamá está embarazada”, fue la confesión de la niña.

Esta pequeña ahora es una adolescente y su familia intenta darle una vida normal como la de cualquier otra persona, su identidad no la publicamos por ser menor de edad.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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