El cumplimiento de los protocolos sanitarios a raja tabla y el esfuerzos que hicieron los clubes de la primera división, convencieron al ministro de Salud, Daniel Salas, para que los deje volver a jugar a puerta cerrada.
Este lunes, en la ya tradicional conferencia de prensa, el fútbol nacional recibió el permiso para regresar a la competencia, la que había quedado suspendida desde el 17 de marzo por la emergencia nacional y que se reanudará el próximo miércoles 20 de mayo. La idea es finalizar el 1º de julio.
“Deportes de contacto de alto rendimiento sin espectadores”, explicó el ministro en una presentación.
El regreso a la acción se da gracias a la creación del protocolo sanitario que se presentó, por parte de la Unafut y la Fedefútbol, a los ministerios de Salud y Deportes a finales de abril.
Cuando se revisó esta normativa y se avaló, a los equipos se les dio el permiso de volver a entrenamientos el 1º de mayo, con la esperanza de que este lunes 11 de mayo se les diera luz verde para volver a los terrenos de juego, tal y como sucedió.
Cuando el torneo se suspendió, se habían jugado 15 jornadas del Clausura 2020.
Además, se le dio el aval a deportes recreativos sin contacto físico o directo y se habilitó el surf, profesional o recreativo, de 5 a.m. a 8 a.m., de lunes a viernes.
Responsabilidades
Consultado este lunes sobre las responsabilidades de los clubes, el ministro de Deportes, Hernán Solano, destacó que ya tienen otro protocolo sanitario listo (a parte del que usan para los entrenamientos) que usarán durante los partidos, en donde sí habrá un contacto físico.
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“Sobre el tema de los estadios, le tocará a la Unafut y a la Federación Costarricense de Fútbol definir cuáles estadios cumplen con ese protocolo y cuáles estadios no cumplen, a ellos les corresponde revisarlos”, detalló.
A la hora de las mejengas, los comisarios de Unafut deberán revisar que en los estadios y camerinos no falte nada para el lavado de manos, el cual se aplicará antes, al medio tiempo y luego de los juegos.
Se velará para que los camerinos cumplan con las medidas necesarias para evitar aglomeraciones. Además, dividirán en dos o tres grupos a los jugadores al momento de cambiarse.
Además, para evitar tener más gente de la cuenta en los estadios, los lesionados, sancionados o no convocados, no deberán asistir a los juegos. También se limitará el ingreso de la prensa.
Antes de iniciar el juego no se realizará saludo de ningún tipo entre jugadores. Otro punto es que se colocarán sillas extras en los banquillos para hacer más espacio y se evitarán las celebraciones grupales de cualquier tipo. No se puede escupir en el suelo o tocarle la cara a un rival, el que lo haga sería amonestado.
Un detalle a destacar es que a partir del 15 de mayo se puede volver a entrenar con contacto físico, pero una vez que termine la práctica se vuelve a las medidas de distanciamiento.
El jerarca confirmó que este torneo terminará sin presencia de aficionados porque será hasta el 13 de julio que se permitirá el ingreso de personas a los estadios de manera gradual, se iniciará con un 20% de la capacidad máxima de los estuches.
Por disposiciones de la Concacaf, los campeonatos de la región tienen tiempo de finalizar hasta el 30 de junio, pero la Unafut logró que les dieran chance hasta el 5 de julio por aquello de algún problema.