El partido entre Santos y Grecia, vital por los puestos de descenso, tuvo una mancha este domingo, en el estadio Ebal Rodríguez de Guápiles.
Al minuto 32, el árbitro Steve Madrigal activó el protocolo antirracismo porque la gente se puso a gritar insultos racistas.
LEA MÁS: Una mala decisión de Saprissa hizo que Andy Rojas acabara en Herediano y no con la S
En esta ocasión, la víctima fue el jugador de Grecia Kadeem Cole. Al silbatero le avisaron del asunto y tomó nota. La próxima vez que suceda en el partido, debe suspenderlo por unos minutos.
El juego es de muy baja calidad y casi al cierre de la inicial va 0 a 0.