Conservar su primer carro tras 24 años con él es algo que llena de orgullo a Esteban Ramírez, un mecánico de Barrio San José en Alajuela que tiene un Volkswagen 1975 que jamás vendería por gusto.
La vida de este manudo de 42 años pasa entre vochos y demás vehículos de la marca alemana en la que se especializa siempre que sean motores enfriados por aire. El chuzo de alguien con tanta pasión por esos carros, sencillamente no podía ser otro.
Los motivos para sentir tanto cariño por su nave van más allá solo de la afinidad a una marca, hay muchos en el medio por los que no podría deshacerse de él de ninguna forma.
Cuando Esteban tenía 18 años logró comprar esta nave a buen precio gracias a lo que fue su primer trabajo, pero necesitaba cambiarla prácticamente toda para tenerla bonita y con el tiempo, el chuzo le valió además tener un carro para ponerse a travesear y aprender de mecánica, haciendo y hasta echando a perder y jalándose una que otra torta.
“Lo compré en diciembre de 1999 y desde entonces ha estado conmigo, luego incluso compré otro carro, otro vocho, pero este siempre lo mantendré conmigo. Desde que era pequeño siempre me gustaron los escarabajos, desde que mi papá me regaló un vochito de cuerda, los tíos de mi papá siempre tuvieron vochos aunque yo no los conocí, sí heredé los manuales que compraban”, dijo.
¿Qué le ha hecho desde que lo compró?
Prácticamente de todo, se ha pintado, se le cambió la tapicería, el motor que tiene es de vocho pero modificado, es 1835, tiene cuatro carburadores weber, cabezotes de aluminio, válvulas más grandes, el motor se trajo desarmado nuevo, cero kilómetros hace unos doce años y con ese aprendí lo que es mecánica y ahí me tiré a ese mundo.
¿Es un carro que ha sido como un maestro entonces?
Correcto, es el conejillo de indias, con el que aprendí, pero si le digo que aprendí solito de la nada sería mentirle, el señor que me enseñó que fue mi primer mecánico y sigue siendo mi mentor es don Germán Villalobos Cruz, de Granadilla norte de Curridabat, aún lo sigo llamando cuando tengo dudas.
Yo estoy en un club acá en Alajuela y la gente me decía que si les podía afinar el carro y yo les decía que sí, lo tenía más como un hobby, porque yo trabajaba en el sector aduanal, pero hubo un punto que tanta gente me buscaba para que les trabajara el vocho, que me terminé dedicando por completo a la mecánica y ahora más bien de ahí tengo una entrada económica en mi taller acá en barrio San José, diagonal a la agencia del Banco de Costa Rica. (8382 4504 es el número del taller)
Por lo que me dice el carro además ha sido muy emblemático en la familia...
Claro, más que personas que de la familia que ya no están con nosotros físicamente y en su momento hasta anduvieron este carro, mi abuelita, mi hermano que hace siete años falleció, hasta lo manejó, han pasado muchos recuerdos, por eso solo que pase alguna desgracia o necesidad económica muy fuerte que lo vendiera, pero por gusto, no, jamás, eso nunca.
En lo mecánico lo tiene que tener a como un ajito, imagino...
Está mal que yo lo diga, pero sé que me subo y quiero ir a Puntarenas y puedo ir tranquilamente, no voy con aire acondicionado o las comodidades de un carro moderno, pero sé que me lleva y me trae. De hecho cuando me caiga una platilla extra quiero hacerle algunas otras modificaciones al motor, que tiene doce años que lo armé, me gustaría abrirlo y ver cómo está.