“Fuera Vladimir, fuera Vladimir”, era el coro que retumbaba cuando el árbitro Benjamín Pineda marcó el pitazo final en el estadio Saprissa.
Los aficionados morados, chivísimas por la derrota 2-1 ante Cartaginés, exigieron una vez más la cabeza de Vladimir Quesada. La cosa se puso color de hormiga en Tibás.
A pesar de todos los reclamos, el técnico indicó que vienen haciendo un buen trabajo y que los tropiezos que han tenido son solo “accidentes”.
“Tomo esto con mucha tranquilidad, la gente tiene derecho a expresarse, vienen y apoyan, pero lamentablemente a veces las cosas no salen como uno lo planea. Estamos pasando por un momento atípico, pero los que hemos estado acá hace mucho sabemos que puede suceder, no es la primera vez que pasan estos accidentes del fútbol.
"Le pasó al mejor jugandor en la cancha (Mariano Torres, que se resbaló y le dejó el balón a Marcel Hernández para el gol), un accidente, pasó, tenemos que seguir trabajando, aunque suene muy trillado decirlo, no podemos bajar la cabeza”, aseguró Vladi.
El entrenador defendió una vez más que su equipo se muestra en un buen nivel y que la gente juzga al calor de los resultados. Además, asegura sentirse seguro en su puesto.
“Me voy a avocar a lo que digan mis superiores, algunos quisieran que renunciara y no es así, me limito a lo que digan ellos, estamos muy tranquilos del trabajo que hacemos”, dijo Vladimir.