¡Vive, vive, el Monstruo vive! Y a costillas de un Cartaginés que se despistó nueve minutos y le sepultaron la ilusión del título.
Los de la Vieja Metrópoli duraron diez torneos sin avanzar a semifinales y cuando por fin lo lograron hicieron el ridículo al caer 4-0 en el partido de ida jugado en el Fello Meza.
Solo un milagro hará que este miércoles logren darle vuelta a la serie en el estadio Ricardo Saprissa, ya que para avanzar los brumosos deben ganar 5-0; un 4-0 extiende la serie a los penales.
El juego no fue malo, estuvo intenso y emocionante desde el desfile de carros que acompañó a los equipos en la previa.
La caravana que salió de Tibás junto al bus morado estuvo buena, se sentía ambiente de fiesta, y ni que decir en la entrada de la provincia de Cartago donde los azules se reunieron para hacerse sentir y que el club viera que contaba con ellos a pesar de que el estadio estuviera pelado por la pandemia.
Lamentablemente para los brumosos lo mejor estuvo en las calles porque en la cancha nada de nada.
Mejor el Monstruo
Después de la desinfección de tacos y manos al entrar a la gramilla del Fello y el pitazo inicial de Hugo Cruz el visitante mostró mejor cara.
Al minuto 10 Ariel Rodríguez pudo tocar la gloria, pero al recibir el centro de Mariano Torres desde el tiro de esquina, no pudo meter un buen cabezazo.
La respuesta local llegó con Marcel Hernández, a quien tuvieron bien controlado y apenas se dejó ver un par de veces.
Al minuto 15 Hernández se bailó a David Guzmán, hizo todo perfecto, pero no encontró a nadie en el centro para que cerrara la jugada.
La estaba viendo fea Guzmán con el caribeño, pero sacó la tarea.
Dos minutos más tarde Manfred Ugalde quedó con el marco a disposición tras una buena jugada de Johan Venegas, pero se enredó solo y cuando iba a tirar ya tenía a los defensas brumosos encima.
La otra de peligro saprissista fue con Christian Bolaños, que alistó, apuntó y disparó, pero ligeramente desviado.
La primera parte fue muy cerrada, al punto que ninguno de los equipos tuvo tiros directos a marco.
Muy fácil
El segundo tiempo resultó muy fácil para Wálter Centeno y compañía.
Paté solo necesitó que cayera el primero en el saco blanquiazul para que se abriera la llave anotadora y sacudirse la racha de cuatro partidos sin triunfos.
El as bajo la manga de Centeno estaba en la banca y llegó desde Nicaragua, Byron Bonilla entró al minuto 61 enchufado y fue clave.
Apenas un minuto después del ingreso de Bonilla, Michael Barrantes le quitó la bola a Christopher Nuñez, quedó con suficiente espacio y eso es mortal, porque el volante pateó de zurda, como mejor lo sabe hacer, y clavó el 1-0.
Golazo de Barrantes que desbalanceó a los brumosos.
Cuatro minutos después llegó el segundo dardo morado. Byron condujo por izquierda, y a la defensa azul parecía que nada la estresaba porque le dieron todo el espacio del mundo, centró y Ariel Rodríguez anticipó a Heyreel Saravia y metió la punta de su taco para mandarla al fondo.
Ya pintaba horrible el panorama para los de casa y en la banca Hernán no lo podía creer.
Pero si le costó asimilar los dos primeros, ni qué decir del tercero que hizo que el Pelícano mejor se quedara sentado calladito e incrédulo.
Fue al 72 que cayó el 3-0, otra vez Bonilla entró como Pedro por su casa, centró fácil, Ariel la pegó, pero reventó en el poste y le quedó a Christian Bolaños que sin atarantarse nada más la colocó.
A Cartaginés le podrían poner adaptada esa famosa canción de la red social Tik Tok: “Ese equipo ya está muerto, y no le han avisado”.
En los últimos minutos, Cartaginés dio patadas de ahogado, pero no logró romper la defensa saprissista y más bien le metieron uno más para cerrar la mejenga.
Al 89, Johan Venegas, que ya había perdonado, se encontró una bola mal rechazada en el área chica y abombó las redes de Darryl Parker que salió con el saco lleno.
El miércoles, se jugará por mero trámite y el Sapri puede ver con calma los partidos entre Herediano y Alajuelense para analizar a su próximo rival.