El limonense Freddy Torres Platero tenía muchas ganas de tener un carro viejito y ya algo había ahorrado para cumplir su sueño, pero por más que buscaba no encontraba el chuzo deseado.
Pero un día vio un Datsun 1200 en Cartago, por lo que se le encendieron los ojos y se le aceleró el corazón. Era del tipo de nave que andaba buscando y se puso más emocionado cuando supo que pensaban desarmarlo.
La nave iba para el deshuesadero, por lo que los días del carrito estaban contados. A Freddy le gustó tanto que sacó los ahorros, lo compró y lo salvó de ese fatal destino.
El carro estaba en un taller y el hombre se lo trajo de una vez. A un amigo suyo le tocó conducirlo, por el lado de Turrialba, mientras él iba en otro auto.
“Yo pensé, así me la juego. Así nos los llevamos, cuando veníamos bajando tuvimos un percance, me llamó por teléfono (el amigo) y me dijo que una llanta había salido volando, pero la montamos de una vez, fue algo rápido y seguimos. No pasó nada más”, dijo.
El auto es un sedan cuatro puertas, de gasolina, de motor 1200 original y modelo 1978.
“Me lo traje hace siete años porque lo iban a desarmar y ahora tiene cinco de andar rodando y de estar al día. Está puras tejas”, dijo el dueño, de 33 años.
“Yo quería ese carro porque prefiero un clásico. Mi papá tiene un Toyota 1000 y se lo pulseé pero no quiso. Había recogido una plata, pero son caros. Este lo compré más o menos (de precio), ya que estaba tirado (no dijo cifra)”, dijo.
Freddy explicó que no es mecánico, pero le encanta travesear y junto con un amigo lo lograron restaurar.
Hoy está muy orgulloso con su carrito y no falta quien se lo pase piropeando. Además dice que se siente muy bien cuando le piden permiso para tomarse una foto con la nave.
“Cuando lo traje estaba deteriorada la carrocería, el motor venía celeste, así que lo pinté, desarmé los cables y las manguerillas de gasolina. Yo mismo pinté la cajuela y el piso. Mi papá también ayudó con la restauración.
“Lo bueno es que el carro estaba entero, bastante bien, había que alinearlo y hubo que llevarlo donde un mecánico”, añadió.
Freddy dice que ha llevado el chuzo a Chepe, a Guápiles y anda puras tejas y explica que le pintó el número 28 porque es la fecha de su nacimiento.
“A cada rato lo piropean. Un señor en una Hilux en los semáforos de Limón centro, me dijo que cuánto le pedía por el carro, pero no está en venta. Creo que el mío es el único 1200 que anda en Limón.
“Muchos señores mayores que saben de carros, hablan con uno, lo cual me gusta mucho”, dijo.