Para el portero del Deportivo Saprissa, Kevin Chamorro, su mayor satisfacción fue haber celebrado su primer título al lado de su bebé Thiago, de 6 meses de nacido.
El arquero guanacasteco, de 22 años, definió este primer campeonato en su carrera, como la cereza en el pastel, por todo lo que le ha costado ganarse un campo en el once titular morado.
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“A nivel personal significa mucho para mí, por todo el proceso que he pasado, el sacrificio, a como comencé, a como terminé, fue diferente. La medalla que tengo significa disciplina, paciencia, trabajo, constancia.
“Agradecerle a mi familia, a todos los que han estado apoyándome, que en los momentos difíciles siempre estuvieron ahí. A mi sicólogo, que también estuvo ahí en el proceso y todo esto es gracias a Dios, quien me da la oportunidad de vivir estas experiencias, de tener esta medalla y a los compañeros que estuvieron ahí, en las buenas y en las malas, y trabajaron para conseguir este título”, dijo en entrevista con La Teja.
Agradecido
- Su llegada al marco morado se dio en un momento circunstancial. ¿Cuál era su principal temor?
No era temor, porque tenía ganas de jugar, quería comenzar el campeonato; hice una buena pretemporada, me caracterizo por mi trabajo, por hacerlo a conciencia. Sabía que en cualquier momento me podía llegar la oportunidad y cuando me llegara tenía que aprovecharla y creo que, gracias a Dios y a la paciencia que he tenido, pude al final afianzarme con la titularidad.
- ¿Siente que cerró bocas?
No sé, porque no me fijo a lo externo, me fijo para superarme, para salir adelante, ahora tengo un motivo más para salir adelante, que es mi hijo, para darle el mejor ejemplo y a mi familia también, que son los que han estado ahí y darle felicidad a ellos y mi felicidad es lo que me importa.
- El 22 de octubre, en el juego contra Herediano hubo dos desconcentraciones, pero luego detuvo el penal que los llevó a la gran final. ¿Cómo se fortaleció para atajar el penal?
Trabajo la parte mental, soy fuerte mentalmente, son cosas que pasan en el partido, pero nunca me caí. Tengo un tajuaje que dice “Prohíbido rendirse” y no puedo caer, siempre le pido a Dios que me de los reflejos para poder tapar las bolas. Sabía que era un juego muy cerrado, que me iban a exigir y cada vez que lo hicieran tenía que responder y estar concentrado.
Algunos de ustedes dicen que era el villano, pero al final terminé haciendo las cosas bien.
- Recibió 8 goles en 19 juegos. Se dice fácil, pero ¿qué hubo detrás para mantener esos buenos números?
No es cualquiera el que se pone debajo del marco del Deportivo Saprissa, el equipo más ganador de Centroamérica, el más grande de acá. Es difícil, porque la afición es la más grande, ellos te exigen mucho y eso es lo bueno, hay que estar siempre a la altura de Saprissa.
Esto no es solo mío; debo agradecerle a los compañeros, pues el primer defensa es el delantero y de ahí viene todo. La defensa fue muy sólida y trabajamos bien, nos comunicábamos bien y estaba mentalizado que en los pocos balones que me llegaran tenía que defenderlos bien y creo que eso fue el éxito de recibir pocos goles.
- ¿Cuál fue el momento que lo marcó en el campeonato?
Cuando entré a jugar (el 31 de julio ante Puntarenas, luego de la lesión de Aarón Cruz), me tenía mucha fe. (Orlando) Sinclair no me deja mentir, ese día me puse las espinilleras y dije ‘voy a jugar’.
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Ese día me dieron un chaleco más pequeño y no me lo puse, porque algo me decía que iba a jugar. Siempre voy con la ley de la atracción, era el momento indicado para mí, Dios lo tenía para mí y nadie pensaba que cerraría el torneo.
- ¿Qué representa el haberle cumplido una promesa a su hijo, al conseguir el título?
Son metas que me propongo, siempre las anoto en un papel y uno de mis sueños era entrar a la cancha con un hijo y cuando lo hice con él me sentí distinto, porque era algo que había anhelado y en una entrevista a ustedes (La Teja) les dije que quería ser campeón cuando mi hijo naciera y me lo cumplió.
Todas las metas se las pongo a Dios y gracias a él pude cumplirlo con él, que es mi principal motivación.
- ¿Cómo se llevan los arqueros?
En el departamento de porteros es muy sana la competencia, nos llevamos muy bien, independientemente del que juegue. Cuando Aarón (Cruz) estaba jugando, siempre lo estaba apoyando, diciéndole cosas para bien. A veces hay cosas que uno en el momento del partido no ve y ahora que estoy jugando, él ha sido un compañero leal, me ha ayudado mucho en las finales. Para el primer juego con Alajuelense me dio muchos consejos, en la final contra Heredia me pasaba videos de jugadas para mejorar.
Si él está bien, si yo estoy bien, el equipo estará bien, todos estaremos bien, vamos en el mismo barco.
- ¿Cómo está su situación contractual con el club?
Le dije a don Ángel Catalina (gerente deportivo) antes de la final, que no me quería meter con los asuntos del contrato, quería estar concentrado en el título. Mi ficha aún pertenece a Carmelita, parece que ya se llegó a un acuerdo.
Les pedí reunirnos luego de la final. Primero será Saprissa, quiero escuchar lo que tienen para mí, me siento bien acá, el equipo está muy unido, me gusta y quiero estar donde me sienta bien. (Kevin tiene contrato hasta junio del 2023 y según conoce este medio, el portero renovaría hasta el 2025).