Don José Fabio Ovares, uno de los aficionados más fiebres de Saprissa, cumplió 100 años y lo celebró en grande, junto a su familia y al equipo de sus amores.
Ovares nació el 16 de marzo de 1921 y desde jovencito es fiel seguidor del Monstruo. En los años 60 se involucró de lleno con los morados, formó parte de la junta directiva de la “S” e integró la comisión que trabajó en la construcción de la Cueva, desde 1966 a 1972.
Es por eso, que el miércoles anterior, Saprissa le rindió un homenaje, en el que le obsequiaron una camisa con el número 100 y su primer apellido.
Una de sus hijas, Isabel Ovares, contó que el día del cumpleaños, sus nietos le regalaron un buzo de Saprissa y para ir a la Cueva, se vistió de gala, luciendo el obsequio y una camisa del 35 veces campeón nacional.
“A él le encantó la idea de que el homenaje fuera en el estadio porque trabajó mucho para que su construcción fuera una realidad y por eso, este escenario era el lugar ideal para que recibiera el reconocimiento”, expresó.
Don José Fabio asistió al Ricardo Saprissa, en compañía de su esposa, doña Flora Ramírez, su otro gran amor.
Amor incondicional
Isabel recordó que desde que era una niña visitaba los estadios junto a su papá e inclusive fue madrina del Saprissa por siete años.
Don José Fabio le guarda mucho cariño a don Ricardo Saprissa, a quien recuerda como una persona honrada, con valores muy fuertes, respetuosa y solidaria.
“Gracias a papá todos en la familia somos saprissistas y con el paso de los años, Saprissa se convirtió en un tema de conversación que nos une entre generaciones, pueden pasar muchos años, pero siempre habrá algo de qué hablar.
“Mi papá tenía una Vanette y cada vez que podía se llevaba a todos mis sobrinos para el estadio, para ellos ir con mi papá al estadio era lo más lindo. Antes veían los partidos con él, pero ya papá no aguanta tanto ruido y los muchachos son escandalosos”, comentó.
Don José Fabio no ha vuelto a los estadios, pues le cuesta subir las rampas, pero sigue viendo los partidos del Sapri, aunque ya no le sigue el hilo al equipo como antes.
“En 2010, participó en algunos de los actos de celebración de los 75 años del equipo, uno en el estadio donde dio la vuelta olímpica con la copa del Equipo del Siglo y otro en el cine Magaly y en el 2012 visitó el estadio, cuando se integró a la peña Morados de Cepa Guita Marín.
“Sus jugadores favoritos eran Álvaro Murillo, “Catato” Cordero y Edgar Marín, papá es una persona muy respetuosa, muy correcta, entonces cuando ve los partidos lo hace tranquilo, no le gusta decir malas palabras”, destacó.
La comisión
El periodista e historiador José Antonio Pastor manifestó que la comisión - estadio, en la que don José Fabio fue el vocal, creó varias iniciativas para buscar recursos y materiales de construcción para llevar a cabo el proyecto del reducto morado.
“La primera fuente es la marcha de la ‘Vara Cuadrada’. Surgió en setiembre de 1965 por iniciativa de Fernando Rojas y consistía en dar oportunidad a todos los aficionados de comprar en diez colones, en forma simbólica, una vara cuadrada.
“Esta idea no dio los frutos esperados ni tampoco la del ‘saco de cemento’, que consistía en la donación de sacos de cemento por los aficionados”, informó.
El expresidente de la República Mario Echandi (1958-1962), brindó su ayuda con la venta de palcos a aquellos aficionados que desearan tener un lugar seguro en el estadio, consiguiendo que empresas adquirieran palcos completos por 25 años.
Echandi consiguió tres partidas específicas de ¢100 mil cada una para la construcción de la Cueva.
El trabajo de la comisión comenzó a dar frutos el 12 de octubre de 1966, cuando fue colocada la primera piedra del estadio Ricardo Saprissa.
Luego, el 7 de junio del 1968 se inauguró la cancha, con un espectáculo inolvidable: un juego de veteranos que resultó sensacional entre el Saprissa de 1959 y los veteranos de Tibás.
Al finalizar la primera etapa del estadio, se decide inaugurarlo para que la primera división deje de jugar en el Estadio Nacional. El estadio se inaugura el 27 de agosto de 1972.