Horacio es un hermoso Fiat 850, de color rojo y del año 1974, que fue un patito feo por mucho tiempo, pero que hoy se luce como un coqueto cisne.
Este Fiat es parte de una colección de carros de una familia de Guadalupe, que lo compró hace unos 17 años, pero quedó embodegado muchos años.
Y es que como la familia cuenta con varios autos que rescata para restaurar, el pobre Horacio siempre quedaba de último en la fila y escuchaba decir: “El siguiente es usted, la próxima reparación es la suya”. Así estuvo como diez años.
Hasta que un día doña Lorena Murillo le dijo a su marido, Óscar Gómez, que lo chanearan de una vez por todas, porque de por sí ella le había echado el ojo desde que lo compraron. Así fue como al fin se pusieron manos a la obra y lograron darle vida y dejarlo como un chuzo que hoy causa envidia.
Ahora el pequeño Fiat no desentona en la colección de la familia.
Cuando lo terminaron de arreglar, doña Lorena, que es quien más lo maneja, dijo: “Tiene cara de llamarse Horacio”, y se quedó con ese nombre.
La señora asegura que tienen por costumbre ponerle nombre a los carros y que cuando se le ocurrió ese todos estuvieron de acuerdo. “Me puse a hacerle mente y me sonó bonito”, explicó.
Pero, como pocas veces ocurre, el coqueto carrito tiene otro nombre, más bien un apodo con el que la familia también lo suele llamar: Fitito. “Así se les decía a los Fiat hace mucho tiempo, con el diminutivo”, contó don Óscar Gómez.
Tiernitos
¿Qué fue lo que le llamó la atención a doña Lorena para pulsear que lo restauraran?
“Siempre me han llamado la atención los carros pequeñitos, como tiernitos, como yo los veo, entonces cuando se compró el carrito, cuando vi el tamaño, me gustó. Por supuesto que llevó tiempo repararlo, pero ahora está muy bien.
“Ya lo hemos llevado a exposiciones en Novacentro o de vez en cuando lo saco un sábado o un domingo, pero con la pandemia no lo hemos sacado tanto. Es como el carrito de dominguear”, dijo la señora.
Por supuesto es un carro muy piropeado cuando salen, pero no se irá de la familia. “Horacio no está en venta”, dijo la dueña.
Don Óscar también se sienta al volante y dice que caben cuatro personas cómodamente, pues es muy espacioso.
“Esos carros se ven pequeños, pero por dentro son muy espaciosos”, comentó el señor.