El delantero mexicano Hirving Lozano, del Nápoles italiano, se perderá el resto de la Copa Oro debido a la lesión sufrida este sábado en el debut de los aztecas ante Trinidad y Tobago y que lo mantendrá inactivo entre cuatro y seis semanas.
El “Chucky” Lozano fue trasladado a un hospital en Dallas (Texas), debido a un fuerte golpe que recibió en la ceja izquierda, cuando corría el minuto 10 de partido que concluyó con empate sin goles.
En su cuenta de Instagram, Lozano, de 25 años, agradeció las oraciones y los buenos deseos.
“Muchas gracias por los mensajes, por las oraciones, por las preguntas de cómo estoy. Gracias a Dios todo salió bien y vamos a echarle muchas ganas”, comentó.
Luego de recibir un empujón dentro del área, Lozano pegó su rostro contra la rodilla del guardameta de Trinidad y Tobago, Marvin Phillips y quedó noqueado en el césped durante varios minutos.
“El delantero tuvo una reconstrucción de la herida de la ceja izquierda por parte de un cirujano plástico, y después de los resultados favorables de los estudios, el jugador ya se encuentra en el hotel en recuperación, aunque requerirá una valoración neurológica posterior.
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“El delantero causará baja de la concentración. De acuerdo a los estudios realizados, al momento, los especialistas han estimado un tiempo de recuperación de cuatro a seis semanas”, explicó la federación mexicana en un comunicado.
México se ubica en el grupo A del torneo y jugará su segundo partido el miércoles ante Guatemala a las 7: 30 p. m., en el Cotton Bowl Stadium de Dallas.
Volvió el “eeeh put....”
Al minuto 86, el duelo se detuvo durante cinco minutos, debido a que reapareció el grito homofóbico en el estadio de Arlington.
El árbitro tico Ricardo Montero mandó a llamar a todos los futbolistas al centro del campo, lo que fue aprovechado por jugadores de México como Héctor Herrera, para pedirle al público que dejara de gritar el famoso “eeeh puto”.
El delantero Rogelio Funes Mori justificó el malestar de los aficionados, diciendo que la actuación de Montero causó que los mexicanos se pusieran chivas y gritaran de todo.
“El golpe de Hirving era un penal más grande que una casa. Muchas veces los árbitros no están capacitados para estos partidos y son ellos los que generan el grito y el enojo de la gente”, destacó Funes Mori al canal TUDN luego del juego.
Sobre la Federación Mexicana de Fútbol ya pesa un castigo de dos juegos de local sin gente por este asunto y una investigación, por un juego amistoso realizado en Estados Unidos.