Este domingo, en el estadio Carlos Ugalde Álvarez en San Carlos, los chicos de la U-11 del Saprissa se proclamaron campeones de su categoría al aplastar 6-0 a los norteños.

Entre los niños destacaron un par, por sus apellidos muy conocidos en el fútbol nacional.

Uno de ellos es Arjen Barrantes, quien con diez años ya figura en las ligas menores del Monstruo, mientras su papá, Michael, fue noticia la semana pasada al anunciarse su fichaje con Alajuelense.

El pequeño volante izquierdo fue todo un dolor de cabeza para los Toritos, con su buen toque y gambeta demostró que sacó las mismas condiciones que su tata para el deporte y que, de continuar en el fútbol, podría ir muy bien encaminado.

Arjen, en algunos aspectos, se parece mucho a su padre, más allá de una cabecera llena de colochos, los dos son zurdos y tienen una gran ambición para ganar campeonatos, pues Michael suma ocho títulos de campeón nacional. Siete con Saprissa y uno con el Cartaginés.

Con su primera medalla de campeón en el pecho, el chico contó qué significó para él este logro.

“Para mí es muy importante, desde el principio me esforcé bastante, yo quería ganar este título, quería darlo todo y lo conseguí, así lo hice, por lo que estoy muy satisfecho. Tanto yo como mis compañeros dimos nuestro máximo esfuerzo para ganar este campeonato”, contó el pequeño en declaraciones dadas a la Unafut.

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A pesar que Michael dejó hace un par de años a los morados, Arjen siguió el proceso que tiene desde niño en esa institución, cuando su papá jugaba en Cartago, lo llevó siempre a los entrenamientos que realizan los niños en Curridabat y lo ha apoyado siempre.

“Los consejos de mi papá son muy importantes, él siempre está ahí para mí, me ayuda y me apoya mucho”, agregó.

“Yo quería ganar este título, quería darlo todo y así lo hice, estoy muy satisfecho por mi esfuerzo”.

—  Arjen Barrantes

En las palabras de Arjen, para un niño de su edad, se nota mucho la educación y que está muy bien ubicado de qué trata el deporte y el fútbol, algo que le halagaron en las redes sociales de Unafut, a donde se publicó un video con sus declaraciones.

Otros en redes sociales, un poquito más picosos, bromearon como ahora padre e hijo están en aceras contrarias, y se preguntaron si será que se llevan al pequeño al Centro de Alto Rendimiento manudo, la nueva casa del tata a partir del Clausura 2023.

Pequeño Jairito

En la gramilla del estuche, ubicado en Barrio San Martín de Ciudad Quesada, el otro niño que destacó fue Jairo Arrieta, quien tiene el mismo nombre de su papá, atacante que aún se mantiene activo con Jicaral en Liga de Ascenso.

Jairo Júnior es otro que es puramente el tata, no solo en la misma pinta, sino que también juega de centro delantero y, según nos cuentan, también tiene pasta de goleador.

“Me siento muy feliz, hicimos un muy buen partido y sacamos un buen resultado para llevarnos el título. Los consejos de mi papá son un refuerzo para mi carrera, pongo mucha atención a lo que me dice”, comentó el chiquillo.

Por su lado, el tata está feliz de la vida de cómo su pequeño ya levanta campeonatos con la misma camisa que él lo consiguió.

“Imagen el orgullo que puede tener uno como padre, de verlo a él que desde sus inicios está cosechando triunfos, es algo muy bonito.

“Siempre hablo con él y lo aconsejo para que se crecimiento vaya mejorando día a día, estoy muy muy feliz y espero que sea el primero de muchos logros que tenga en esta carrera, que es complicadísima, pero que es hermosa”, comentó.