El Barcelona, vigente campeón de la Liga Española, abrió la temporada 2019-2020 con una derrota 1-0 en el campo del Athletic de Bilbao.
Todo les salió mal a los culés este viernes, porque además el atacante uruguayo Luis Suárez tuvo que ser sustituido por lesión. Aparentemente también con problemas en el muslo derecho.
El charrúa, que acababa de pegar un balón al palo, hizo un gesto a su banquillo para indicar que no podía continuar y fue sustituido al minuto 39 por el brasileño Rafinha.
Sin la presencia de Lionel Messi, también lesionado, el Barça terminó sucumbiendo en el nuevo San Mamés por una genialidad del veterano Aritz Aduriz (38 años), quien remató de tijera en el minuto 89 un centro de su compañero Ander Capa. ¡Un golazo!
Fue un segundo tiempo cruel para un Barça al que se le acumularon los problemas en su estreno liguero.
Messi había quedado fuera del partido por la lesión que sufrió en el gemelo de la pierna derecha en un entrenamiento.
El francés Antoine Griezmann, que empezó en el extremo izquierdo, fue quien ocupó su lugar en punta del ataque en el dibujo táctico.
Pero el exgoleador del Atlético de Madrid no pudo estrenar su cuenta anotadora en Liga con sus nuevos colores.
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Antes del partido en Bilbao, Guillermo Amor, director de Relaciones Institucionales del Barça, admitió la existencia de un “principio de acuerdo” con el Bayern de Múnich para que el brasileño Philippe Coutinho abandone cedido el equipo azulgrana rumbo a la capital bávara.
Una liga millonaria
Con el juego entre Athletic y Barcelona, se puso hoy en marcha una nueva edición de la Liga Española, que antes del cierre del mercado de pases (que será el 2 de septiembre) ya ha batido su récord en transferencias.
Los clubes de la primera división gastaron hasta ahora unos 1.300 millones de euros (unos ¢838 mil millones) en pases. Solo la Premier League inglesa compró por más dinero (1.400 millones), pero allí ya no se pueden registrar pases hasta el próximo mercado.
Los jugadores más caros de este verano ibérico son el portugués Joao Félix (127 millones de euros, del Benfica al Atlético de Madrid), el francés Antoine Griezmann (120 millones, del Atlético de Madrid al Barcelona), el belga Eden Hazard (100 millones, del Chelsea al Real Madrid), el holandés Frenkie De Jong (75 millones, del Ajax al Barcelona) y el serbio Luka Jovic (60 millones, del Eintracht Frankfurt al Real Madrid).
Entre los cinco se pagaron 482 millones, como para recordar que el fútbol profesional europeo no conoce la palabra crisis.
El equipo que más invirtió fue Real Madrid, con 305 millones de euros, destinados a dar brillo a su desgastado equipo. El francés Zinedine Zidane recibió plenos poderes para reconstruir un plantel que la temporada pasada sufrió duras derrotas.