(Video) Evaristo Coronado rompió la maldición

Evaristo Coronado, gerente morado, se puso a torear la famosa maldición futbolística al tocar el trofeo que disputaron este domingo saprisistas y heredianos en el estadio Ricardo Saprissa.

El arriesgado momento se dio el 11 de mayo anterior en el programa "120 minutos" de radio Monumental. Ese día el programa se realizó en el estadio Ricardo Saprissa y el gerente deportivo estuvo como invitado durante la primera hora de programa.

Durante el programa se colocó el trofeo que se le entregaría al campeón nacional sobre una mesa, por lo que el periodista Harrick McLean aprovechó la ocasión y retó a Coro a tocarlo. Coro sacó pecho y se mandó rudo porque no dudo para darle una tocadita al trofeo.

"¿Ya tocó el trofeo?", le preguntó Harrick a Coronado, quien respondió: "No, no, lo estoy disfrutando de lejitos. Está muy bonito, me da temor que no llegue tan completo", dijo don Evaristo.

"¿Entonces usted cree en el agüizote que el que lo toca no es campeón?", consultó el negrazo a lo que Eva respondió: "No, no, yo no soy agüizotero, no creo en esas cosas", sacó pechito Coro.

Lo que pasó a continuación pudo cambiar la historia, ya que Evaristo se mandó con los tacos de frente y dijo: "Si me dan permiso de tocarlo lo hago" y de inmediato pasó su mano derecha por el trofeo.

Cuando Eva se mandó, todos los periodistas soltaron la risa por la "valentía" del gerente lo que no fue muy bien visto por otros, según lo comentó el periodista Fabián Zumbado al decir: "Acá algunos arrugaron la cara".

"¿Para qué creer en agüizotes?", recalcó Coro, tirando por los suelos una cábala que le ha hecho mucho daño a otros equipos en el mundo.

El último ejemplo de esta maldición se vio el miércoles pasado cuando el francés del Olympique Marsella, Dimitri Payet tocó la copa de la Europa League cuando iba a arrancar la final del torneo ante el Atlético de Madrid.

En esa ocasión los galos no solamente perdieron 3-0, sino que Payet salió lesionado a los 32 minutos con un tirón muscular que lo tendrá tres semanas fuera de actividad y le echó a perder la posibilidad de ser convocado por Francia para Rusia 2018. Muy duro castigo.