(Video) El gol de Sporting que se gritó desde Pavas hasta Nicoya

Entre Pavas y Nicoya existen 200 kilómetros de distancia, son lugares muy lejanos uno del otro, pero este sábado estuvieron conectados por el grito de un gol que se celebró de la misma manera en las dos ciudades, una felicidad que llegó a los 95 minutos.

En la última jugada del partido entre el Sporting y el Santos, los albinegros le robaron la victoria a un cuadro guapileño que se saboreaba una victoria que era de oro, que lo sacaba del último lugar de la tabla acumulada y metía gran presión a Guanacasteca en la lucha por el no descenso.

Desde los 66 minutos, el jamaiquino Cardel Benbow puso a los rojiblancos a ilusionarse con un triunfazo en, prácticamente, la única jugada de peligro que tuvo en el encuentro y que el caribeño mandó al fondo en la primera jugada que le tocó.

Santos manejaba el tiempo, llegó a la reposición, vio en la pizarra cinco minutos de reposición que le parecían eternos hasta que cayó la bendita falta en tres cuartos de cancha, a falta de 30 segundos para que terminara el partido. Pintaba más a falta de Sporting que de Santos, pero Ricardo Montero la pitó al revés. Randall Row, técnico santista, hincado, no más veía la jugada rogando al cielo un rechazo y que acabara el juego.

Randall Azofeifa tomó la pecosa, todos esperaban el centro a la olla, por lo que cada uno de los guapileños tomó una marca, pero el volante rompió con una jugada de pizarra, la abrió a la izquierda donde Rigoberto Jiménez se metió al área, se quitó una marca y puso el centro de zurda justo a la cabeza de Paulo Rodríguez, quien estableció el 1-1 a los 94 minutos con 56 segundos.

Qué bombazo para el Santos, qué manera más cruel de escaparse un triunfo; Row no pudo ni levantarse de donde estaba, solo se quedó viendo hacia el frente como tratando de buscar una explicación de lo que había sucedido.

La noticia era grande en el estadio Ernesto Rohrmoser, desde abril de 2022, hace ya 16 partidos, que los albinegros no pierden un partido en su reducto, es toda una fortaleza que estuvo a solo cinco segundos de ser derribada.

El empate tampoco es bueno para los josefinos, más allá de esa inyección de adrenalina que supuso el tardío gol, en los últimos tres juegos suma una derrota y dos empates, y las opciones de pelear por los primeros lugares no estarán siempre. Al final, con el empate no ganó nadie.