Manchester City se impuso el domingo por penales al Chelsea y revalidó con éxito su título de la Copa de la Liga inglesa, sin embargo, de lo que todos están hablando es del berrinche del arquero del conjunto londinense, quien desafió abiertamente las órdenes de su técnico.

El español Kepa Arrizabalaga se negó a ser sustituido, tal como el técnico italiano Maurizio Sarri dispuso en los últimos minutos de la prórroga, con el marcador empatado 0-0.

Kepa presentaba una aparente dolencia en un muslo, y Sarri trató de enviar a la cancha al guardameta argentino Willy Caballero en su lugar y en ese momento fue que la polémica llegó y ocurrió el hecho del que muchos hablan y le dio la vuelta la planeta.

Arrizabalaga, quien es el arquero más caro del mundo desde que se incorporó al Chelsea en agosto, por 80 millones de euros (93 millones de dólares), no quiso abandonar la cancha a pesar de la indicación de su entrenador, árbitro y de compañeros como el brasileño David Luiz.

El arquero de 24 años hizo repetidas indicaciones hacia un costado, dejando claro que quería seguir en el encuentro y que no saldría por su cuenta.

Ante la desobediencia pública del jugador, Sarri enfureció en la línea de banda, pegaba gritos, hablaba con sus asistentes y ya como un demonio reventó una botella contra el suelo y se quitó el suéter de mala manera, mientras hizo amagos para irse.

Originalmente el técnico se dirigió al túnel de salida sumamente molesto, pero regresó justo a tiempo para mirar el final del tiempo extra.

En la serie de penales, Kepa atajó uno de Leroy Sané. Raheem Sterling convirtió el disparo definitivo para el 4-3 en la tanda, y el City siguió con posibilidades de conquistar cuatro títulos entre Champions, Liga y Copa FA.

Ahí mandan otros

Sarri, de 60 años, siguió así sin conquistar un solo trofeo en su carrera. Y el desafío de Kepa agrava los problemas del entrenador, cuyo equipo ha caído al sexto sitio en la Liga Premier, después del partido habló del tema e indicó que todo fue un malentendido.

“Kepa tuvo razón, en esa situación hubo un malentendido, yo escuché que el jugador estaba lesionado y entonces tenía que cambiarlo, me di cuenta de cómo estaba realmente la situación hasta que el doctor llegó al banco minutos después. Fue un malentendido.

“Pensé que con un calambre no se puede ir a los penaltis, pero entonces el médico me dijo que no era un calambre. Tenía razón por su motivación, pero estaba equivocado en su conducta. Kepa dijo ‘que no, que no. Estoy bien y no quiero ser cambiado’”.

La situación del arquero también es algo que generó muchas dudas, si su entrenador seguiría contando con él a pesar de lo elevado de su ficha y la proyección con la que cuenta, pero al final por las palabras del técnico el asunto se fue en puro show.

“He hablado con él, pero sólo para aclararlo, porque ahora entiendo lo que pasó. El club no va a multarle por esto”, destacó el técnico, palabras que muchos le cuestionan por su supuesta “falta de autoridad” en la situación.

“Si viste el partido, puedes entender cómo jugamos el encuentro de la manera que lo preparamos. Así que creo que eso demuestra que tengo el control total de la situación”, contestó a quienes ponen en tela de juicio su autoridad.

Mediante una nota en sus cuentas de redes sociales, el arquero dio su versión de los hechos y afirmó que en ningún momento quiso retar ni faltarle el respeto a su entrenador.

“En ningún momento ha sido mi intención desobedecer al técnico o ninguna de sus decisiones. Ha sido un malentendido. Siento la imagen que se ha proyectado en ningún caso era mi intención que se viera así”, destacó el meta.

A pesar de las explicaciones del entrenador y el arquero, la situación es muy probable que traiga cola, porque Sarri lo dejará así, pero la prensa no, en un novelón que estaría por comenzar.