Carlos Umaña lanza un reto desde nuestra sección “El chuzo de la semana”: alguien que le muestre en Costa Rica un carrito igual al suyo.
Se trata de un Toyota Corolla 1987 con un rasgo que lo hace único, según su dueño, es que es estilo “hatchback”, o compacto.
Es decir, tiene un maletero integrado al carro y por lo tanto es más corto. Además tiene cuatro puertas.
Dice don Carlos que estuvo un tiempo en un grupo de Toyota en el que hay cualquier cantidad de dueños de carros y nunca encontró uno igual. En muchas ocasiones, en talleres mecánicos, gasolineras o gente conocedora, le han dicho que jamás han visto un carro así.
Ahora quiere saber si existe otro igual en el país, pero está muy seguro de que nadie lo tiene.
“Se lo compré a un vecino en los Lagos de Heredia hace ocho años y le tengo de nombre el Pequeño Charly y es una edición especial”, dijo.
“Tenía un año de pedírselo a Dios y por dicha me lo dio. Cuando pasaba por donde lo tenían decía ‘qué extraño que es’. Le decía al muchacho que me lo vendiera y no quería, pero insistí e insistí hasta que me lo vendió”, comentó.
“La caja es manual de cinco velocidades, aire acondicionado, muy avanzado para la época, 1200 cc”, comentó.
“Es muy chineado, delicadillo y solo yo lo ando. Poco a poco le vengo haciendo reparaciones y teniéndolo guapo, le tengo mucho cariño porque nosotros se lo solicitamos a Dios. Mis papás querían hacer varios viajes, ir a Zarcero, a San Carlos, llevarlos a pescar. Lo hicimos, mi papá (Carlos Enrique Umaña Martínez) ya hace tres meses está en el cielo”, mencionó. Su madre, Diana María Sanabria, vive en Cartago.
Dice que una hija suya podría ser la heredera del Pequeño Charly y que por su extrañeza y su belleza, a cada rato le salen pretendientes al carro.
Don Carlos añade que el chuzo está en excelente estado y que lo lleva a muchos lugares, eso sí, no es un carro para andar corriendo.
“Muchas personas me dicen que de dónde lo agarré, que esto y que lo otro. Se han tomado fotos, paran motociclistas, gente en carro también y me ofrecen comprarlo. Me dicen ‘que lindo, nunca he visto este carro en este estilo’ y les comentó la historia. Hasta los aros son de él”, aclara.
Don Carlos recuerda que el carrito lo compró en 1 millón 167 mil colones y le han ofrecido hasta 2,8 millones, pero no lo vende.
Añade que el Pequeño Charly tiene un detallito alusivo al Cartaginés, equipo al que es aficionado y al que espera poder verlo festejar un título.